Siria y el Pacto de la Vergüenza

Desde que comenzó la guerra, el número de refugiados sirios que ha huido del país alcanza ya los seis millones, según informaba ayer la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados ( Agnur) Se habla de 6,3 millones de desplazados y más de 3.OOO víctimas que no pudieron desplazarse porque les sorprendió antes la muerte andando por vías de ferrocarril y caminos desiertos. Por otro lado la paz en la región no parece que esté pronta a llegar después de seis años de crueles combates. Moscú y Teherán intentan repartirse la zona en áreas de influencia prolongando de este modo el conflicto. Para nosotros los europeos lo que nos tiene con el alma en vilo es la suerte de los refugiados. Pocas veces hemos visto una oscura desbandada sin medios materiales para subsistir, mujeres y niños, buena parte de ellos muertos de hambre y de frío, y en definitiva, sin saber a qué puerta llamar. Lo que se ha dado en calificar el “Pacto de la Vergüenza” es este increíble desdén en la Europa de los derechos humanos. Los pactos iniciales de reubicar el personal en las naciones más prosperas ha resultado un solemne fracaso y las tentativa de que Turquía recogiera a cuenta de un dinero sospechoso ha resultado igualmente otro fracaso. Hasta el momento solo se han ubicado 13.546 refugiados, de un gran cupo de 60.000, lo que a ojos vistas parece una vergüenza . España destaca, según ha puesto de relieve algún diario, por su ruindad limosnera; con no poca razón alguien ha recordado estos días las crueles escapadas huyendo de las bombas enemigas en nuestra guerra civil. Ante la negativa de los países del este el grupo se siente atrapado en Italia y Grecia. Raro es el día que no tenemos que, lamentar alguna tragedia ya sea marinera o de simple, subsistencia. Estos días con motivo del sesenta aniversario de la UE hemos oído todos cosas grandiosas de los creadores de la Comunidad. Nadie podía sospechar esta crisis institucional que ahora estamos padeciendo. Y cabe esta pregunta: Si Europa con su inmenso poderío económico , político y cultural no es capaz de hacerse cargo de estos pobres desplazados que no tienen dónde caerse muertos, ¿ qué harán con nosotros el día en que pasemos a la otra velocidad y ya no nos necesiten? Mi sincera felicitación a Amnistía Internacional en Almería por su “Justicia para Siria”.