Si en el medio plazo al municipio de Arboleas y especialmente a sus vecinos le va bien tras el desenganche de la Diputación, habrá que plantearse seriamente que el futuro de estas instituciones debe ser estudiado a fondo, renovado en su totalidad o en su caso olvidarnos de ellas y hacerlas desaparecer. Uno entiende y cree que las diputaciones vienen ofreciendo y dando un buen servicio a los pequeños pueblos de nuestra provincia. Si no lo hacen así, y el caso de Arboleas es significativo, las veo en la picota en un futuro político más bien cercano. Arboleas puede ser esa bandera a la que sumarse otros municipios de la provincia, y si esto se cumple, la Diputación tendrá un papelón a la vuelta de cualquier esquina política. Un líder político con ansias de poder, como es Albert Rivera, tiene puesta la cruz a estas instituciones: Quiere que desaparezcan, está empeñado en ello, y una vez que su partido esté tocando pelo y ya no le interese demasiado que se venda el tema de corrupción, habrá que buscar en el programa de Ciudadanos otras medidas a tomar y el de las diputaciones, como medio de ahorrar dinero público se pondrá sobre la mesa. ¡Ahorrar dinero público, qué bien! No pondrá el acento en el de las comunidades autónomas y sus cientos de parlamentarios cobrando unos sueldos de campeonato, pero algo le ha debido hacer alguna diputación a don Albert que la tiene tomada con ellas. ¡Pobres mías!
Mientras el futuro se hace presente hará bien el presidente Gabriel Amat y su vicepresidente Javier Aureliano en tomarse muy serio lo que viene ocurriendo en Arboleas y dar las oportunas explicaciones sobre el abandono de este municipio de los servicios sociales, el agua y los residuos gestionados hasta ahora por la Diputación. ¿Nos cantará una milonga don Javier? Posiblemente lo haga, por lo menos una media verdad, pero si lo hace, alguien desde Arboleas le puede cantar las cuarenta y encima en bastos. Las razones que ha dado el alcalde de Arboleas para el abandono tampoco convencen del todo. No digo que estemos ante una operación política del PSOE (Junta) contra el PP (Diputación), pero deja ese tufo sobre la mesa, que quieren que les diga.
Y no parece de recibo, por parte de unos (PSOE) y de otros (PP), que se ponga a los vecinos como saco de boxeo donde dirimir sus peleas los políticos.
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