Esta semanita que se va los publicistas nos han sorprendido con dos temas que parecen idiotas si nos atenemos a lo que ha ocurrido en la lucha terrorista. Pero tal vez por eso mismo los directores de periódicos se dijeron: oye, salgamos un poco de la sangre y la muerte. Aquí hay dos cosas que nos pueden hacer gozar este fin de semana. Una, el despatarre. Dos: el bombo perdido y hallado de Manolo.
Respecto al primero las televisiones no se ahorraron cámara. Vimos a miles de hombres de todas las edades echados para atrás y con las piernas abiertas. Qué recato el de las mujeres en contraste con la actitud machista de los hombres. Algunos aparecían amarrados al palo del barco como si se preparara una tormenta. No dirán que no hemos hablado de la cuestión. Tanto se ha dicho que parecía no había otro tema. Hasta yo mismo que no suelo frecuentar estas cosas de barbería, me lancé a opinar sobre el extraño asunto. Gente despatarrada en la playa, en la plaza del pueblo, en la cafetería se ha convertido esta semana en algo más picante que el euro con que se ha comprado el Banco Popular ¿Y por qué? Pues no lo sé, qué quieren que les diga
El segundo caso se refiere a la pérdida y al fin gozoso hallazgo del bombo de Manolo. Esto es más serio. Yo pienso que este instrumento pertenece ya a los dioses. No me e xtraña la alegría de Manolo al recibir noticias de su aparición. Más de uno nos acordamos de Sancho Panza cuando se hinchó a llorar al ver de nuevo a su rucio.
Aquí la noticia tres vertientes. El posible robo del bombo, sacándalo del coche, el viaje a Madrid de los malvados bien informados y el miembro de la Armada que lo recoge y devuelv e a su amo Dicho sea de paso, sin el bombo de Manolo quedarían huérfanos los graderíos.
La gorra vasca de Manolo enmudecería y casi con toda seguridad. los goles de España no serian los mismos. El bombo es ,hoy por hoy, un sagrado amuleto de la suerte. Los fanáticos del fútbol lo saben bien: Algo falta en los partido internacionales cuando dejamos de ver a Manolo arreando a las masas y dándole palos al aire casi al borde del llanto….
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