El mundo al revés

Ya en época estival, echo en falta los cines de verano en la capital, como la Terraza Bahía o la San Miguel; aquellas sesiones dobles en asientos incómodos de hierro que permitían disfrutar del séptimo arte en cualquier noche calurosa que mutaba a plácida por las compañías, las risas, las chuches y el buen cine.
Fue en una terraza de verano donde vi ‘Shrek’, un ogro verde, feo y malhumorado que se convierte en un héroe que rescata a la princesa y se casa con ella; el mundo al revés de los cuentos, tan al revés como el mundo que nos pinta el ministro de Interior. Según Zoido las ONG “fomentan la migración irregular”; se olvida de la cantidad de vidas humanas que salvan a diario, paliando la dejación de su Gobierno, el cual no se encarga de rescatar como debiera a estas personas que huyen de los conflictos y la miseria de sus países, y que ha llevado a mínimos históricos la aportación en cooperación internacional.
La política migratoria y de asilo del Gobierno hace aguas por donde la mires. Sin ir más lejos ha dado lugar estos días a perder en el mar de Alborán la vida de casi 50 personas, la mayoría jóvenes pidiendo asilo en patera; y nos quedamos indolentes y como si de una pantalla de cine de verano se tratase, aunque tiene razón el ministro, los españoles somos muy solidarios.  Además, aunque acaban de comenzar las rebajas, Zoido quiere que llegue ya el remate final, vergonzoso que pida una rebaja de más de 10.000 refugiados en el número al que se comprometió nuestro país; y es que la UE mira a Libia como una puerta por donde nos entra demasiada gente y ponen todos sus esfuerzos en cerrarla pero una olla a presión que no apagas termina explotando en las narices.
Una de las moralejas de Shrek es que no debemos ser lo que la sociedad espera de nosotros y, sinceramente, del ministro Zoido no espero gran cosa, pero humanidad se le presupone a cualquier representante público.