¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre!

Juan Torrijos
23:48 • 08 sept. 2017

Las nubes nos dijeron adiós, se fueron como vinieron, y tras ellas se escapaban las ilusiones de tantos regantes que seguirán mirando al cielo. ¿Aparecerán las que cada año nos llegan desde el Mediterráneo, las que bañan el levante y llenan las secas y viejas acequias, hoy húmedas tras el agosto más lluvioso de los últimos cincuenta años, las que destrozan desaladoras que no vuelven a funcionar en años? ¿Esa es la esperanza? 
Ha vuelto el sol y con septiembre las voces de los regantes que claman en el desierto hídrico y político de nuestra provincia. Las aguas caídas de poco han servido, una ilusión, el recuerdo de que hacía cincuenta años que no llovía tanto durante el mes de agosto en nuestra provincia y poco más. Dos días sin regar las macetas, las habas, la maría y vuelta a la manguera. Ya dice el refrán que agua de lluvia no quita riego, pero lo atempera. En Fiñana ni eso. El ayuntamiento ha prohibido a los vecinos regar macetas, lavar el coche y baldear calles. Ni que decir que de regar huertos o campos nada de nada. Miramos al cielo, vemos las nubes sobre nuestras cabezas y le pedimos que no pasen de largo, que si andan mal de la próstata las sondamos, pero que dejen caer sobre nuestras tierras aquello que los políticos no son capaces de traer. 
En estos días José Antonio Fernández, presidente de Feral, habla de “inacción” política cuando suspenden el trasvase del Negratín y la zona pierde en total más de setenta hectómetros cúbicos de agua. Es comprensible que el hombre tenga que ser políticamente correcto, que no se quiera enfrentar a los regidores de Sevilla o Madrid y sus representantes en Almería, pero ya que el señor Fernández no puede, no quiere por educación o no debe pronunciarse con contundencia, que algunas voces, esas que dicen amar y luchar por Almería, que se levanten contra unos políticos inútiles y cobardes (del Pp y del Psoe) que durante los últimos quince años no han movido un dedo para solucionar el más grave de los problemas de nuestra provincia: El agua.
Es de vergüenza oírles en plenos de ayuntamientos o diputación defendiendo lejanas causas en las que no tienen responsabilidad. Sólo para quedar bien con los jefes de Madrid que les manda la moción. 


 







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