Las imágenes de Julián Muñoz, ex alcalde de Marbella, bailando sevillanas en una conocida discoteca marbellí, en compañía de una rubia, le han devuelto a la cárcel por considerar Instituciones Penitenciarías que se trataba de una provocación que hizo saltar las alarmas, tanto en los medios de comunicación como en instancias judiciales. No hay que olvidar que Muñoz abandonó la cárcel debido a su grave estado de salud, incurable, en opinión de los médicos, y después de aparecer ante el juez en un estado físico lamentable: delgadísimo, deprimido, babeando, tapándose la boca con un pañuelo. La Audiencia de Málaga le concedió el tercer grado, pese a los recursos en contra de la Fiscalía.
Así las cosas, cuando Julián abandonó la prisión llevaba una pulsera en la muñeca y unas condiciones que le impedían salir por la noche los días de diario, no así los fines de semana, y la condición expresa de que algún familiar se hiciera cargo de él, lo que hizo una de sus hijas. Fue después de pasar un tiempo en reposo, comiendo bien, cuando empezó a saborear las mieles de la libertad. Y como la cabra tira al monte, empezó a hacer lo que siempre ha hecho desde que llegó al Ayuntamiento de Marbella de la mano de Jesús Gil y Gil, vivir a cuerpo de rey.
Ocurre, sin embargo, que el tiro le salió por la culata en esta ocasión, independientemente de quién haya filtrado las imágenes, y quiénes sean sus acompañantes. Una juerga que le ha costado cara, ya que ha vuelto a ingresar en el Centro de Inserción Social de Algeciras, donde pasará los días, teniendo que ir a dormir a un centro penitenciario. Una situación que no esperaban, ni él, ni mucho menos su abogado, quizá porque se ha acostumbrado a pasearse con total inmunidad, sin que nadie le reproche el expolio al que sometió a Marbella durante esos años en los que él y su cuadrilla de corruptos, gobernaban a golpe de talón y comisiones ilegales. Una herencia maldita que todavía están pagando los marbellíes, pese al interés de PP y PSOE por pasar página. Un deseo que se trunca cada vez que los nombres de Julián Muñoz, Mayte Zaldívar o Roca, aparecen en la prensa protagonizando algún incidente como el que nos ocupa.
Ahora precisamente va a salir de prisión, por primera vez después de casi once años, Juan Antonio Roca al que todo el mundo considera el cerebro de la "operación" Malaya. La condición para su excarcelación es que colabore con Cáritas. Estaremos atentos.
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