Agua, un bien común de todos

Marta Bosquet
00:35 • 22 mar. 2018

Ayer fue día 22 de marzo, día declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas, Día Mundial del Agua. Dicha declaración se hizo con el fin de consagrar ese día, para que los estados celebraran actos con el fin de fomentar la conciencia pública de la necesidad de conservación, protección y desarrollo de los recursos hídricos.


Aproximadamente el 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua, pero sin embargo de esa gran masa de agua, solo aproximadamente el 2 % es potable. Este cuantioso margen genera la inapelable exigencia de la obligación y cuidado de la misma, que tenemos todos y más especialmente los poderes públicos.


Cada año de celebración se centra en la relación del agua con un tema concreto y este 2018 versa en explorar cómo la naturaleza puede ayudarnos a intentar superar los retos con los que nos enfrentamos a la problemática del agua en este siglo XXI: cambio climático, contaminación, inundaciones, sequías, escasez de recursos hídrico… Lo que nos conduce a la imperiosa necesidad de restablecer el equilibrio entre naturaleza y la propia actividad del ser humano.



Si nos centramos en nuestra provincia de Almeria, el equilibrio entre agua, alimentos, salud….vida…, va más allá. Hablamos de una provincia donde se cultivan alimentos, salud, vida …y para ello el agua en la principal fuente de donde emana todo. Tenemos el deber de sostener el recurso, pero nos enfrentamos a un problema crucial en nuestra provincia con ese déficit hídrico. Déficit que obedece a varios factores: unos naturales, como consecuencia de una sequía estructural acuciante que venimos padeciendo (mas allá de estas últimas lluvias) y de las condiciones ambientales, que mucho tienen que ver con ese cambio climático que padecemos, pero tristemente también nos enfrentamos al factor humano, en este caso a la desafortunada inacción política.


Es necesario un Pacto Nacional por el Agua porque el agua es un bien común y no debe de tener color político ni mercadearse.



Pero el uso y aprovechamiento del recurso debe avanzar también hacia un nuevo modelo energético, de tal manera que no se encarezca la utilización del mismo. La incorporación de las energías renovables tiene que ser una realidad, no solo por el abaratamiento estimable de las facturas energéticas por consumo sino, qué duda cabe, que debe tener un beneficio ambiental por la disminución de combustibles fósiles y de huella de carbono. En consecuencia y dentro del consumo agrícola ello debe mejorar la sostenibilidad y la competitividad comercial.


Es necesario también impulsar y contribuir al ciclo integral del agua mediante la instalación de tratamientos terciarios en las estaciones depuradoras a fin de conseguir esa eficiencia en el uso racional del agua y evitar el desaprovechamiento de la misma ante esa escasez acuciante que nos encontramos en nuestra provincia.



Necesario también la interconexión de los distintos sistemas de explotación, ese buen uso de los recursos hídricos y armonizar ese uso correcto con los intereses económicos, sociales y medioambientales.


El agua, un bien común que es de todos. Agua que es vida y que debe de merecer la atención de todos. 



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