El tango se retrasa

José Luis Masegosa
23:31 • 29 abr. 2018

Un loco, un “piantao” en el lunfardo del argot rioplatense, le propone a la mujer que se encuentra no solo quererlo, sino hacerlo tal y como él es. Es decir, le invita a compartir su locura y a vivir la vida con la misma enajenación. En definitiva, hay una seducción, a la que la dama responde, se suma a la locura y la pareja recorre Buenos  Aíres “por las cornisas con una golondrina en el motor”. La historia comienza con un recitado en el que la  intérprete llama la atención con la frase “las tardecitas de Buenos Aíres tienen ese, qué sé yo, ¿viste?”.Llegan hasta el hospital psiquiátrico de Vieytes, donde son recibidos con  aplausos de los internos. Disfrutan de un delirio callejero en el que los ciudadanos los saludan afablemente y bailan, entonces, un vals con un ángel, un soldado y una niña. Corría el año 1969. Nació así, de la mano del músico Astor Piazzola y del poeta y escritor Horacio Ferrer, uno de los temas más populares de la música tanguista que estremecería los fundamentos de la canción rioplatense : “Balada para un loco”, el último gran éxito del tango canción, que fue interpretado por primera vez por Amelita Baltar, a la sazón esposa  de Piazzola.


Autores e intérprete decidieron presentarla al Primer Festival Iberoamericano de la Danza y la Canción, que se celebró en octubre de 1969 en Buenos Aíres. La balada encontró un gran éxito por parte del jurado, que la declaró finalista, pero originó una controversia entre los organizadores que acabaron nominando a un jurado popular que clasificó la revolucionaria composición en segundo lugar. A pesar de su segundo puesto, la canción se grabó en un disco sencillo que llegó a vender en un tiempo récord más de doscientas mil copias.


La composición está inspirada en parte en la película “Rey por inconveniencia”, que cuenta la historia de un grupo de internos de un manicomio francés durante la Segunda Guerra Mundial que se hacen con el gobierno del pueblo, tras la huida de sus vecinos a causa de la llegada de las tropas alemanas. Los protagonistas de la canción gozan de la alegría y felicidad con un romántico final: “Quereme así, piantao, piantao,piantao../abrite los amores, que vamos a intentar,/ la mágica locura total de revivir,/ ¡Volá conmigo ya¡ ¡Vení, volá, vení!”.



Esta hermosa “Balada para un loco” es obligado plato de primera en cualquier festival o certamen de tango que se precie, como es el Festival Internacional del Tango de Almería, un acontecimiento que cumple su duodécima edición, pero que en lugar de celebrarse a finales del próximo mes de mayo, como ha ocurrido en las undécimas convocatorias anteriores, se desarrollará después del verano, según la información facilitada ayer a quien suscribe por el director municipal de Cultura, José Vélez. El responsable cultural ha asegurado que diversas circunstancias han impedido encajar este clásico festival en las fechas habituales, por lo que su celebración se ha pospuesto para después del mes de agosto, en septiembre. Los aficionados y seguidores almerienses del tango tendrán que esperar, por lo tanto, a vueltas del próximo verano para acudir a esta cita del Teatro Apolo, porque el tango, como otros acontecimientos, se retrasa en Almería. La que no se demorará es la Cumbre Mundial del Tango –que cuenta ya con representaciones de 32 ciudades de todo el Mundo- que se celebrará en Melilla durante el próximo mes de octubre.





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