Yo, como Goethe, y en nada influye que me llame Fausto, prefiero la injusticia al desorden: aquélla tiene solución; éste, lleva al caos. Y el caos, a la larga, a la muerte de la sociedad caótica.
He llegado a un extremo de mi vida en que la realidad española se me antoja un tanto irreal. Cierta realidad, claro: sobre todo, la que estamos viviendo con Cataluña. Tengo la sensación de que, desde el Referéndum de 9 de noviembre de 2014, que el gobierno español no supo o quiso impedir, mediática y socialmente, van ganando ellos. ¡Y preparémonos para lo que se nos avecina a partir del próximo martes, con la Diada como cohete de salida!
Aquel referéndum de 2014 –suspendido por el Tribunal Constitucional, y del que Rajoy dijo que no se celebraría- lo anunció Artur Mas el 11 de diciembre de 2013. Fue entonces cuando debió aplicarse el artículo 155 de la Constitución –como ahora está al caer- por un Gobierno que gozaba de mayoría absoluta: se habría evitado así la guerra social y ruinosa que se vive en Cataluña. ¡Y es que el Gobierno, tan buenista, no creyó que todo pasase de una bravuconada!
¿Lo peor, para mí? Pues que si los CDR y dos millones de catalanes están “fins al collons”, muchos más de españoles nos hemos instalado en la indiferencia, dada la pastelosa inactividad de los sucesivos gobiernos de España.
Gobierno, el actual, que sin haber llegado a los clásicos cien días, ha hecho y, sobre todo, dicho muchísimas cosas contradictorias y preocupantes que no entiendo y me tienen sumido en una indiferencia perpleja: lo que no puedo evitar no me mueve al bien o al mal.
El Presidente me recuerda a un niño al que hubiesen encerrado en una habitación llena de juguetes… con poco tiempo para usarlos. Le ha dado, antes que nada, por la imagen: fotos de sus manos de alfarero político “que marcan la determinación del Gobierno” (sic.)..., y por lo aéreo, avión y helicóptero, que lo mismo usa para ir a un concierto –el vestido de su esposa, con falda larga y raja lateral, seguro que era para visitar a Chimo Puig y preguntarle por su peluquero- que para acercarse al ranch de Aznar para reunirse, en vaqueros, con su Gobierno; el Palacio de Doñana para sus vacaciones y confraternizar con la Merkel y su marido, vestidos de turistas alemanes. La electricidad alcanzó el miércoles –en año lluvioso- el precio más caro en los últimos diez años, agosto ha pulverizado el record de paro también de la última década, los capitales huyen de España, la economía -¡ay, aclamada y desilusionante Calviño!- está en recesión. La política de emigración, convertida en el baile de la yenka; el efímero sindicato de prostitutas -¿por qué el escándalo?- con el gol por la escuadra a la Ministra de trabajo; la urgentísima necesidad de exhumar el cadáver de Franco y convertir el Valle en mero cementerio civil; el intento fallido de anular el Senado para evitar el veto al cambio en la estabilidad presupuestaria; las bombas y las goletas de Arabia Saudí… Y no olvidemos que la moción de censura tenía por objeto convocar elecciones cuanto antes. Se ve que le ha tomado el gusto al poder por el poder.
...Y volvamos a Cataluña, lo que no han hecho las más de tres mil empresas que salieron haciendo fú como el gato.
Se ha cumplido esta semana un año de las famosas leyes de desconexión ¿aprobadas? en las fraudulentas e ilegales sesiones del Parlamento catalán (ahora cerrado hasta octubre porque Puigdemont se niega a entregar su acta de diputado, como dispuso el Tribunal Supremo) que dieron con su presidenta en prisión preventiva... y en el olvido, como en el olvido están Junqueras, los Jordis, etc., etc.
Sin embargo, la tensión ha aumentado de manera exponencial.
Y, ahora, los Comités de Defensa de la República & Co. (ANC, Ómnium Cultural, Comités de Defensa de la Huelga, etc.) anuncian su intención de colapsar Barcelona sine die a partir de la Diada del martes, y no perdamos de vista que poco después llegará el aniversario del referéndum del 1-O –ese que, según Rajoy y Zoido, tampoco se celebró, pero que vio por televisión todo el mundo- y el día 3, el aniversario del discurso del rey que tanto encocoró a los separatistas. Y, todo, con acampada y huelga general con el ya citado “el poble está fins al colllons de tot plegat” -que encabeza el manifiesto de la “Acampada per la Llibertat”- porque “se decidió república, república exigimos”.
El ¿gobierno? catalán se ha puesto a la cabeza de los agitadores, arrogándose, además, con la complacencia de Marlaska, la competencia exclusiva en materia de seguridad ciudadana a través de los Mossos.
...A partir del martes tenemos cine de sesión continua, sin IVA, gratis total. Eso sí: como espectadores mudos.
Gozoso voto gastronómico El Ayuntamiento, con la colaboración de la Diputación, en el encomiable empeño de conseguir que Almería sea declarada “Capital española de la gastronomía 2019” va a instalar, en lugares concurríos de la capital y provincia, 300 urnas para que los ciudadanos nos adhiramos a la propuesta, hasta el 27 de este mes.Yo voy a votar con ilusión de niño, porque lo que no me gusta de mayor es a votar políticos.Si sacamos a Bisbal con otra votación masiva/gozosa, ¡cómo no vamos a sacar estar, micho más sabrosa!
¿Educación o adoctrinamiento? Siempre he sostenido que Educación, Justicia y Sanidad habrían de ser competencias estatales indelegables en las Comunidades Autónomas. El viernes publicaba El Mundo que el curso escolar empieza con 10.830 libros de texto diferentes: incluso Matemáticas varían según la residencia de cada alumno.Si, en su día, no se hubiese transferido Educación se habría evitado en Cataluña el adoctrinamiento independentista y existiría en España uniformidad educativa.Y no es imposible rescatar esas transferencias.
Las Patronas Fausto, mi nieto mayor, se volvió ayer a Madrid: mañana empieza el Colegio. Pero hemos aprovechado los no muchos días que ha estado aquí para hacer un intenso tour gastronómico. El viernes comimos en “Las Patronas”, de Aguadulce –pronto abrirá también en Almería- un espléndido restaurante mejicano puro, un pecatorio gozoso que le recomiendo. Y, para colmo de su gozo, le presenté a Tomatito, que comía con parte de su familia y estuvo muy afectuoso. Fausto salió superfeliz: había conocido a su ídolo.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/158491/fins-al-collons-de-tot