La ruta del acierto permanente

El consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, ha explicado que la ruta “Almería pesquera” se va a incorporar a la guía “Andalucía, paisajes con sabor”, subsanando así el fenomenal error de excluir a nuestra provincia de una publicación que pretende ofrecer recomendaciones gastronómicas de toda Andalucía. Evalúen ahora el grado de influencia que en esta decisión hayan podido tener las enérgicas protestas que desde diversos sectores almerienses se produjeron al comprobar el nuevo olvido de la Junta con nuestra provincia. Una buena noticia, por tanto, que Almería se incorpore a las rutas gastronómicas de Andalucía y un acierto que llega por el camino que acaban recorriendo los prepotentes: el de la rectificación. Nada malo hay  en el error no intencionado y no soy quién para dirimir si hubo o no hubo dolo en el olvido de Almería. Lo que sí sé y he escrito en esta misma columna hace pocos días, es que la disculpa y la asunción de responsabilidades necesitan para su floración de unos niveles de oxígeno infrecuentes en las altas cimas de la política andaluza. Y aquí es donde quiero llegar. En cuanto se conoció el error, la reacción de la Presidenta de la Junta, Susana Díaz, tuvo el encaste y la bravura que marcan su hierro: salir al ataque diciendo que quien criticase ese olvido estaba enfrentando frívolamente los territorios andaluces porque la Junta ofrecía tratamiento diferenciado a las provincias andaluzas. Inmediatamente, el PSOE almeriense salió a jalear la actuación, asegurando que criticar algo así era perder el norte. ¿Y si no era un olvido, ni un error, y entrar en esas cosas era participar del frívolo enfrentamiento entre territorios y que no estamos para perder y si tan bien hecho estaba todo… ¿a cuento de qué viene rectificar? Y es que la única ruta que recorre permanentemente la Junta de Andalucía es la del acierto por decreto.