Carencia de visión

El próximo lunes se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, donde se reivindicará con más visibilidad la normalización de la discapacidad, la inclusión social, la eliminación de barreras físicas o laborales, y los políticos que rigen nuestros designios deberían ser los primeros en hacer esto a diario por dos motivos fundamentales, porque están para solucionar los problemas de la gente, y porque ellos padecen una gran discapacidad, el miedo; ese que no les deja avanzar por no perder el sillón, miedo a errar por quedar en evidencia, miedo a que le pisen electorado desde otra formación política porque no dices el mismo mensaje populista o radical. Muchos políticos aparecerán el lunes en medios o pondrán un tweet solidarizándose con este colectivo y mostrando su supuesto deseo de eliminar cualquier tipo de barrera que perjudique la inclusión. Pero lo cierto y verdad es que, sin ir más lejos, en la campaña electoral andaluza hemos escuchado todo tipo de improperios y hablar de discursos huecos sin poner el punto de mira en un colectivo que representa más del 8% de la población, y eso que lo tenían fácil, porque el gobierno de Susana Díaz ha aprobado en esta legislatura la Ley de los Derechos y la Atención a las Personas con Discapacidad en Andalucía, solo tenían que haber ofrecido propuestas de cómo desarrollar esta ley, claro que, para ello, el resto de partidos deberían ser sensibles con este tema. Pero no miremos tan lejos sino a nosotros mismos, ¿nos planteamos las dificultades que tienen las personas con discapacidad?, ¿exigimos políticas que normalicen sus vidas?, ¿nos movilizamos por ellas?, es más, ¿pensamos en que es muy probable que mañana podamos ser una de esas personas? Ya lo dijo Stevie Wonder, “Solo porque un hombre carezca del uso de sus ojos, no significa que carezca de visión”, no deberíamos pecar como sociedad de falta de visión para ocuparnos como se merece de la discapacidad y actuar en consecuencia.