Marketing, feminismo y religión

María José López Díaz
01:19 • 17 may. 2019 / actualizado a las 07:00 • 17 may. 2019

Reconozco que, días antes de que arrancara oficialmente la campaña electoral para las elecciones municipales del próximo 26 de mayo, me chocó que el alcalde y candidato del PP, Ramón Fernández-Pacheco, reconociera sin empacho que su propuesta para Almería huye de “recetas ideológicas”. Se me antojó entonces que dicha propuesta podría encarnar el “no programa”, al estilo y modo, por ejemplo, en que esos edificios feos y tristes ubicados a las afueras de la ciudad encarnan el “no lugar”. Tenemos algún que otro “no lugar” en alguna rotonda que da acceso a la A-7 desde la capital.


Pero, a medida que avanza la campaña, me doy cuenta de que Ramón ha acertado (le llamo por su nombre de pila porque así se presenta ante todos nosotros en la cartelería electoral). La campaña municipal es otra liga y nada tiene que ver con la nacional de hace un mes. Para empezar –y les aseguro que no daba crédito-, ni siquiera todos los partidos con representación actual en el consistorio capitalino tienen ‘colgados’ sus programas electorales en Internet. No hay programas accesibles en la red de redes, así… en plural, salvo honrosas excepciones. Me encontré con esta pequeña dificultad cuando preparaba una mesa redonda sobre ‘Políticas Feministas desde el Ayuntamiento’, organizada por la Plataforma de Acción Feminista de Almería. Acudieron cuatro mujeres brillantes, candidatas en puestos de salida en las listas de PP, PSOE, IU-Equo y C’s. Todas se declararon feministas. Yo misma me declaro feminista. Y tras el debate pensé: “si se presentaran las cuatro en un único partido arrasaban”. Y entonces me vino otra vez a la cabeza lo de la “huida” de recetas ideológicas. “¿Me estaré desideologizando?”, pensé.

El remate a una dura y complicada semana de trabajo me ha venido al leer que los partidos de “derechas” se han fijado en las cofradías de Semana Santa para ‘fichar’ candidatos, según una magnífica información firmada por la periodista Lola González. “¿Por qué los de derechas?”, pensé. Me pregunto si la izquierda ha reparado en el bestial movimiento asociativo que implica la Semana Santa. ¿Se puede ser feminista, de izquierdas y cofrade? ¿Se puede ser del colectivo LGBT y cofrade? ¿Se puede ser cristiano agnóstico, cofrade, de izquierdas y feminista? ¿Se puede ser católico, apostólico y romano, feminista, cofrade y de izquierdas?



La izquierda debe espabilar y sacudirse los complejos. Ramón ya lo ha hecho y su ‘receta’ parece acertada. 






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