Casi todo está dicho sobe las causas que el pasado 10 de Noviembre provocaron el hundimiento de Ciudadanos. Pero el abandono de la política por parte de su líder, Albert Rivera, cierra un ciclo dejando en el aire algunas incógnitas. La principal atañe al futuro del propio partido. ¿Logrará sobrevivir con solo diez diputados vista su escasa implantación territorial fuera de Cataluña, Andalucía y Madrid? Nadie tiene la respuesta. El tiempo dirá.
A ésa incertidumbre colabora la cuestión del liderazgo. Ciudadanos nació alrededor de la personalidad de Albert Rivera. Solo Inés Arrimadas podría ocupar el vacío que deja Rivera pero si quiere empezar de nuevo desde abajo tendría que optar por un modelo de dirección menos presidencialista. El culto a la personalidad del líder fomentado por el grupo de dirigentes que jalearon todas las decisiones de Rivera sin atisbo de crítica, fue uno de los factores que llevó al partido al desastre. Volver a esa senda sería letal para el futuro de Ciudadanos.
Arrimadas es una excelente parlamentaria, muy bien dotada para la oratoria y de plena competencia en los debates. Es más dudosa su habilidad estratégica. Sabido es que secundó las decisiones de Rivera, incluida la inexplicable acedía política que les llevó a no presentar una moción de censura a Quim Torra pese a ser el primer partido del Parlamento de Cataluña. Visto el lugar político ancilar que ocupa ahora Ciudadanos en el Congreso, no es posible aventurar si ella u otro portavoz del partido dispondrá de presencia suficiente en los medios para recuperar el espacio del que disfrutaba junto a los otros grandes partidos nacionales.
Sabido que en nuestros días el relato de los hechos tiene más importancia que el hecho mismo, los medios -sobre todo la televisión- han sido y son instrumentos decisivos para determinar el peso político de los partidos. En los parlamentos se habla de política pero hoy, donde se hace política, es en los platós. Que tienen amos e intereses.
Arrimadas es, dicho sea en el mejor sentido de la expresión, un "animal televisivo", pero falta por ver si en el caso de que resulte elegida para dirigir Ciudadanos en el futuro contará con tantas oportunidades para salir en la televisión como tuvo en el pasado. Entre otras razones porque tras el fiasco electoral Ciudadanos ha devenido en una fuerza política cuasi irrelevante en el solar de la derecha española.
Cosa diferente es que con tenacidad y humildad y apoyándose en aquellas comunidades en las que gobierna en coalición con el PP, el partido naranja consiga convencer a los ciudadanos de que sigue siendo un instrumento político útil. Pero ya digo, es una incógnita.
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