Presupuestos necesarios

Que hayamos tenido que aplazar la aprobación de los presupuestos municipales a expensas de poder comprobar con más exactitud la situación contable de ingresos me parece un acierto: cuantos más datos conozcamos, más probabilidades tendremos de acertar a la hora de elaborar un presupuesto equilibrado, fiel y consecuente con este año que se avecina. La situación no invita al optimismo y por ello resulta necesario, más que nunca, escoger con acierto y mesura las actuaciones a realizar en materia de gasto y de inversiones, tanto las que se van a iniciar, las que deben continuar y aquellas que se deben paralizar.

Un ejemplo de las que creo que deben reforzarse: aquellas partidas destinadas a la regeneración y fomento de la actividad y el empleo, lógico si atendemos a las numerosas personas que han perdido el trabajo o que han visto reducidos sus ingresos en cuantía considerable. 

Entre las actuaciones que deben continuar, tal y como exigí en los pasados presupuestos, el Cerro de San Cristóbal y el entorno del Parque de La Hoya constituyen obras irrenunciables para la ciudad por varios motivos. El primero de ellos es su gran potencial, a pesar de los años de abandono que ha sufrido. El segundo es la inversión que supone en términos cuantitativos y de eficiencia. Y el tercero es la necesidad de revitalizar la zona. No me cabe duda de que fruto de las mejoras a llevar a cabo aumentará el tránsito de personas, florecerá un buen número de negocios y contribuirá a repoblar una zona que necesita vigor y fuerzas renovadas. 

Entre las iniciativas a emprender propuestas por este concejal al equipo de gobierno se encuentran, por ejemplo, el establecimiento de una zona acondicionada de aparcamiento para autocaravanas, la mejora del Parque Nicolás Salmerón, la elaboración de auditorías externas a las concesionarias o diversas mejoras de la app “Almería Ciudad”.

Entre las partidas a reducir se hace necesario aludir al gasto político, por qué no. Soy consciente de lo populista que puede sonar esta propuesta, pero a la vista de la situación que muchos vecinos están soportando, sin duda, resulta obligado.

Por último, quiero animar al consenso y a la unión entre los miembros que formamos la corporación. Lo último que necesitamos, que necesitan nuestros vecinos, es comprobar cómo en esta situación tan próxima al desastre nos preocupamos más por el rédito electoral que por tratar de dar imagen de unidad y sentido común. Así ha sido en otros municipios de España y qué duda cabe que sería deseable lo mismo para nuestra ciudad.