El Senado ha sido escenario en los últimos días de algo que a los socialistas nos parece absolutamente trascendental y es garantizar que se cumpla el Pacto Antitransfuguismo que nos dimos los partidos políticos. Un acuerdo de ámbito estatal que no todos ejecutan y, como consecuencia de ello se han producido lamentables episodios que han marcado el futuro de gobiernos regionales y municipales. Tenemos en la vecina Región de Murcia el más reciente ejemplo de lo que no se debe permitir en política.
Para recordar que existe un pacto y que su cumplimiento nos debería obligar a todos, cosa que olvidaron quienes lo incumplieron, los socialistas hemos impulsado una moción por la que la Cámara Alta ha mostrado su rechazo a la práctica del transfuguismo parlamentario e insta al Gobierno de España a seguir garantizando e impulsando el Pacto Antitransfuguismo.
Los tránsfugas ponen en peligro la democracia cuando ponen sus votos, los que la ciudadanía les dio al concurrir con unas siglas, a disposición de un adversario político para crear, mantener o cambiar las mayorías de gobierno y las minorías de oposición. No se puede menospreciar e insultar a los votantes de esta manera tan descarada, pero es que tan indigno es el comportamiento del tránsfuga como el de la formación política que se aprovecha de su traición; por lo que este pacto tiene esa doble vertiente y debe seguir garantizando que se corta el camino por ambas vías.
Nosotros, el PSOE, siempre lo hemos tenido claro, pero no nos sorprende que otros no piensen igual y que, por lo tanto, hayan intentado que nuestra iniciativa parlamentaria no saliera adelante. Es el caso del Partido Popular quien ha rechazado esta moción y se ha desmarcado vergonzosamente del resto, de quienes queremos hacer las cosas bien. No nos extraña porque han sido a lo largo de la historia los mayores beneficiaros de esta maniobra. En Almería lo hemos visto en ayuntamientos tan importantes como el de Almería, Roquetas de Mar, Huércal de Almería y Huércal-Overa. Cuando alguien ha decidido cambiar de chaqueta tenía una del PP en el armario esperándole. Con su actitud, el PP de Pablo Casado da por finiquitado el Pacto Antitransfuguismo y rompe su compromiso con el juego limpio, degradando las instituciones democráticas. Un partido político que utiliza los tránsfugas pero, además, está orgulloso de ello es un partido que no merece gobernar este país.
Los socialistas pedimos con nuestra moción que se establezca el juego limpio y que los personajes que se corrompen sean aislados en las instituciones y que, por tanto, no condicionen los gobiernos en este país. Lo más importante de lo que hemos conseguido desde el PSOE es que la ciudadanía sea, con su voto, la dueña de su propio destino y que la corrupción de algunos y algunas no lo pueda modificar.
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