Una mini Marcha Verde

Fermín Bocos
07:00 • 19 may. 2021

Con Marruecos, nada sale gratis. Sí llevada del amateurismo que la caracteriza la señora González Laya ministra de AA.EE. llegó a pensar que negociar en secreto con Argelia la entrada en España de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, no iba a traer consecuencias, ya conoce la respuesta de Rabat. Una mini Marcha Verde muy activa sobre Ceuta. Seis mil personas entrando ilegalmente en España. No hay precedentes de un acto de presión de este calado perpetrado ante la pasividad de la gendarmería marroquí. El presidente de Ceuta Juan Jesús Vivas describe la situación como si la ciudad estuviera en estado de sitio. Que haya tenido que desplegarse el Ejército ilustra el alcance del problema.






Marruecos y el Polisario mantienen un conflicto abierto por el Sahara desde hace más de cuarenta años. El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara fue uno de los últimos actos de política internacional realizados por Donald Trump. Ese apoyo que de momento la Administración Biden no ha revocado da fuerza a Rabat en un conflicto que tiene una derivada militar pues el Polisario bajo la dirección de Brahim Ghali rompió en el otoño de 2020 el alto el fuego pactado en 1991 reanudando la guerra contra Marruecos.



El dirigente saharaui que está enfermo entró en España con nombre falso y está siendo tratado en un hospital de Logroño. Antes que con Madrid, Argelia negoció con Berlín el traslado de Gali, pero Alemania no quiso crearse problemas con Marruecos. Fue entonces cuando Argel negoció con España que decidió acoger al dirigente saharaui con la ingenua pretensión de que llevándolo a Logroño la operación escaparía a las antenas del servicio secreto marroquí.



La ministra de Exteriores esgrime el mantra de una acogida "por razones humanitarias" como si tal ejercicio de estilo democrático tuviera eco en los usos y costumbres del Reino de Marruecos. Rabat está en guerra con el Polisario y considera que la presencia de Gali territorio español es un acto hostil. La respuesta está a la vista. Una mini Marcha Verde contra Ceuta. Una crisis seria y difícil de revertir porque Marruecos está aprovechando para tantear la frontera tomando nota de la debilidad del Gobierno que preside Pedro Sánchez.






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