La pandemia de la COVID19 ha puesto sobre la mesa un debate de enorme transcendencia para el día a día de nuestros vecinos, que no es otro que el papel que tienen los ayuntamientos en la gestión diaria. No podemos obviar que los ayuntamientos son administraciones de proximidad y cercanía con los vecinos, que acuden a ella cuando tienen un problema.
Hoy en día, muchas personas que arrastran problemas de la anterior crisis económica han visto agravarse su situación de forma muy preocupante por las consecuencias sanitarias y económicas está provocando en muchísimos colectivos. Y desde esa proximidad, los ayuntamientos deben dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, en especial a los de los colectivos y sectores más vulnerables. Aún recordamos cómo se gestionó la anterior crisis.
Bajo los gobiernos de Mariano Rajoy se impuso a todos los ayuntamientos una política de “austericidio” que prohibió el uso de los remanentes para gastos y frenó el avance y la modernización de los mismos imponiendo una ley durísima, la Ley de Estabilidad Presupuestaria y de Sostenibilidad Financiera.
Este dinero ha estado paralizado en los bancos hasta el pasado mes de octubre gracias a la suspensión de las normas fiscales que el gobierno de Pedro Sánchez realizó para ayudar a los ayuntamientos y poner en circulación estos fondos para hacer frente a la crisis. Por el camino se han perdido, entre 2012 y 2018, 8.000 empleos públicos.
Llegado este momento, nos preguntamos si el alcalde de Almería cree en el municipalismo o es solo una fachada que usa como arma arrojadiza. Desde hace meses viene denunciando en sus redes sociales que el Ayuntamiento no recibe fondos del Gobierno de España. Y de vez en cuando se va de gira por Madrid con los demás ediles populares.
Nuestro alcalde es vocal de la Federación Española de Municipios y Provincias y sabe de primera mano que los fondos gubernamentales están transferidos a las Comunidades Autónomas, encargadas de distribuirlos entre los ayuntamientos de la forma más equitativa posible. Aún estamos esperando la foto delante de San Telmo. Sospechamos que no quiere molestar a sus compañeros de siglas.
Mientras tanto, hay políticas que el Ayuntamiento debe de poner en marcha. Desde el PSOE llevamos años reclamando un plan de empleo para la ciudad que acabe con las alarmantes cifras de paro. De forma incomprensible, el equipo de gobierno del Partido Popular no pone en marcha ese plan. Con 23.344 parados, el 60% desempleados de larga duración, la prioridad del alcalde debe ser bajar a la calle, pisarla y conocer de primera mano la realidad de la ciudad que gobierna, no hacerse la foto.
Una realidad que afecta especialmente a nuestros barrios. Almería es la provincia andaluza, y la tercera de España, con los índices de pobreza más altos. En el último informe de la plataforma “Almería unida contra la pobreza”, el 44% de los niños y niñas almerienses se encuentran en riesgo de exclusión social, la mayoría están en nuestra ciudad. Esto tampoco parece la consideración de nuestro alcalde, que se niega a poner en marcha un plan contra la pobreza infantil. ¿Qué futuro le espera a nuestra ciudad si no cuidamos y protegemos a quienes tienen que vivir en ella?
Creer en el municipalismo es defender la autonomía de los ayuntamientos como pilar básico de nuestra democracia, pero para ello hay que saber gestionar e impulsar políticas para los ciudadanos, algo de lo que este alcalde se olvidó de hacer desde hace mucho tiempo. Por eso, los almerienses deben saber que tienen en el PSOE la alternativa para el cambio.
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