¿Quién sujeta los mimbres de la sociedad?

Durante una etapa profesional que se extendió más de diez años, tuve el privilegio de vivir desde muy cerca, la labor del profesorado en los centros educativos de la provincia. Siendo consciente de lo que supone generalizar, podría decir que son personas que además de su función estrictamente docente, desarrollan una labor (a veces no muy visible) que tiene un gran impacto en la sociedad en su conjunto.

Se ha hablado mucho del esfuerzo de determinados colectivos durante la pandemia del COVID19, colectivos de servidores públicos en el ámbito sanitario, de seguridad pública… personas que han estado “en primera línea” de la lucha contra el virus. Recién finalizado el curso escolar, no puedo evitar el reconocer ese esfuerzo en el profesorado de nuestros centros educativos desde infantil hasta bachillerato.

Por las circunstancias particulares de mi familia, opino ahora desde la perspectiva de un padre de dos alumnas que han cursado 5ª de primaria en el CEIP Madre de la Luz y 2º de Bachillerato en el IES La Mojonera, he visto una vez más, como personas de gran valía y humanidad enfrentaban el curso que posiblemente haya supuesto el mayor reto de sus carreras profesionales con un resultado admirable.   

No se me escapa que incluso han pensado en algún momento que no acabábamos el curso y que, como suele ser habitual (por desgracia) en un colectivo normalmente infravalorado e incomprendido, han sido blanco de críticas destructivas y reacciones a veces iracundas capaces de desmoralizar al más vocacional.

Imagino por donde viene la motivación para seguir cuando observo que sienten y piensan mis hijas de sus profesores/as y maestros/as, y el cariño y cercanía con las que ayer buscaban un detalle de fin de curso. Lo de este curso ha sido de traca.

Y encima van más allá…

Gracias a las ventajas que nos brindan las “TIC” y las redes sociales aún disfruto (todo un lujo) y me emociono, con la capacidad de innovación de maestros como Emilio Rosa, por ejemplo, ahora director en el CEIP Virgen de la Paz o Andrés Egea hoy en el CEIP Ginés Morata y la intensidad con que transmiten su vocación por la enseñanza más allá repito, de lo estrictamente docente.

La pasión y entrega con las que Mati, Eusebio, Elena… desde el Gabinete de Convivencia de la Delegación de Educación proponen y difunden actividades relacionadas con escuelas espacios de paz, igualdad, orientación e innovación educativa, convivencia… qué necesario y que impacto más profundo en toda la sociedad en su conjunto !

En los centros donde mis hijas han cursado sus estudios este año es para quitarse el sombrero la labor de los claustros del IES La Mojonera con María del Mar Arenas al frente que un año más, en el contexto más complicado e inimaginable, han conducido un curso de locos. En un curso tan determinante como 2º de Bachillerato, tutoras como Nani Camacho, han sabido poner sentido común cuando en situaciones límite este amenazaba con escapar.

En primaria disfrutamos de un claustro con una directora con muchísima experiencia, Gloria Moreno, y contra todo pronóstico (ellos sabrán el trabajo que lleva detrás) el curso ha finalizado con todo controlado. A su jefe de estudios, Alejandro Martínez lo conocí desarrollando Plan Director hace años en un CEIP de Níjar, mi hija Lucía (5º de primaria) ha pasado de no tener mucho interés en las matemáticas a realizar operaciones con decimales cuando se aburre, ayer no quiso que el curso terminara sin tener un detalle para su tutor.

No lo dudaba, pero tenemos un tesoro cuyo impacto en la sociedad es fundamental, que va más allá de lo que supone “dar una materia” y que debería ser más valorado y reconocido, para empezar por los que disfrutamos de su servicio.

Ya sería para aplaudir que a nivel político se pusieran de acuerdo, al menos en lo básico, para permitirles trabajar con cierta visión de futuro, reconociendo también desde las administraciones su valor fundamental, el de sujetar los mimbres de la sociedad. Suena a utopía… pero también lo era terminar este curso y lo han conseguido con nota, y sobre esto seguro que tenemos más control que sobre una pandemia mundial.