Despeñapérricos

Ahora que parece ultimarse el pacto, acuerdo o abrazo cordial entre PSOE e Izquierda Unida para definir el futuro político de Andalucía, creo que merece la pena avizorar el horizonte de grandes momentos que nos va a deparar esta conjunción despeñapérrica. De entrada, cabe esperar un verdadero aluvión de empresas y grupos decididos a invertir a espuertas en nuestra comunidad, abriendo empresas de Ayamonte a Pulpí. ¿Quién sería el inconsciente que no correría a aventurarse en negocios en Andalucía después de escuchar al coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara? Ah, que no saben de qué les hablo. Pues miren, es que el PSOE va a cerrar (o ha cerrado ya) acuerdos de gobierno en la Junta de Andalucía con la coalición de izquierdas que acaba de tener la ocurrencia de defender el gesto del gobierno argentino nacionalizando la petrolera YPF y dejando en absoluta indefensión a todos los accionistas de Repsol. Es más, el coordinador del partido al que se ha entregado o se va a entregar el PSOE andaluz, ha calificado de "arrogante" la respuesta del Gobierno español, que se ha limitado a señalar escuetamente que se defenderá legalmente del atraco. Pero eso es una chulería de yelmos y celadas oxidadas. Para los nuevos socios de Griñán, la nacionalización fulminante y sorpresiva es una herramienta de gestión perfectamente asumible. Así que pongámonos contentos, porque se trata de una declaración de intenciones acorde con los intereses y necesidades del 1.200.000 parados andaluces. Lo más probable es que a estas horas las caravanas de inversores estén ya enfilando Despeñaperros… pero en dirección Ciudad Real.