El pasado mes de Abril, el redactor jefe de la Voz de Almería, Manuel León, publicaba un interesante reportaje con el que sintonizo plenamente: “El Expediente X de la Estación del Tren”. Se remontaba a 1985 cuando se iniciaban los trámites para declarar Bien de Interés Cultural a nuestra histórica Estación: “38 años en un cajón el papel. Parece de risa, pero es verdad; casi cuatro décadas -lo que duró el Franquismo- esperando a que ese milagro de la arquitectura sea declarado Monumento”. El hecho es que el bello edificio de hierro y cristal, además de no ser considerado como Patrimonio, permanece cerrado desde hace muchos años.
Pues bien, desde la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería, venimos pidiendo un espacio en la Estación para ubicar nuestra sede y poner en marcha un Museo-Centro de Interpretación Ferroviaria que albergaría todo el rico patrimonio que la propia ASAFAL atesora y, además, haría posible poner en marcha, con los conocimientos y recursos de nuestros asociados: material real ferroviario, archivo histórico, biblioteca especializada en temática del ferrocarril , una maqueta en escala H0 de 32 m2 que recrea el ambiente ferroviario en Almería, así como las colecciones de trenes a diferentes a escala…
Por otra parte, la combinación de la tecnología, como simuladores de conducción de trenes, recreaciones mediante realidad virtual, unida a elementos tangibles como un gabinete de circulación, útiles de la vía, faroles, herramientas, planos, fotografías, etc., así como la contemplación del paso de los trenes a escala con todos sus detalles, convertiría al Centro de Interpretación en un lugar muy atractivo para todos los públicos y de donde será difícil marcharse.
Otro aspecto a considerar sería la oportunidad para generar empleo especializado y realizar visitas guiadas por el patrimonio ferroviario e industrial. Los distintos Centros Educativos de Almería estarían encantados y, estoy seguro, de que profesores y alumnos disfrutarían con la recreación digitalizada de la línea Almería- Linares viendo pasar y manipulando con sus mandos los distintos trenes que atravesaban desde hace 125 años.
Los Amigos del Tren llevamos desde 1998 reclamando que nos cedan un espacio como sede donde poner en valor nuestro rico patrimonio ferroviario que es de todos los almerienses. En otras provincias de España se asombran cuando se enteran de que ADIF se ha negado históricamente a atender no sólo nuestra petición de ubicación sino cualquier proyecto en beneficio del rico patrimonio ferroviario de nuestra provincia. Confiemos en que algún día el sentido común y el interés por los ciudadanos prevalezcan sobre los intereses de la Administración.
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