Un manifiesto existencial

No me canso de leer “Ampliación del campo de batalla”, la primera novela de Houellebecq

Beatriz Torres
00:35 • 01 feb. 2024

Me aprendería de memoria “Ampliación del campo de batalla”, la primera novela de Houellebecq. No sé cuántas veces lo he dicho, pero no me canso de repetirlo. Es la tercera vez que la leo, se la llevó mi hija a Francia y la echaba de menos. 



Cuando vino para Reyes me la trajo sin que yo lo supiera y me la colocó encima de mis botas. Por la mañana estaba envuelta en papel de regalo, entonces creí que era mi anhelada agenda 2024, pero mi sorpresa fue aún mayor al descubrir mi preciada novela



La otra noche se presentó en Antas “La edad perdida” de Fernando Martínez. Fue en la Leo y el acto estaba organizado por Argaria. Hace tiempo que me pregunto por qué en la biblioteca municipal de Antas no hay un espacio dedicado a todos los títulos que se presentan bajo el amparo de Argaria, y todavía lo sigo haciendo. Parece justo y necesario.



Esa noche se habló de adolescencia, y desde que oí la palabra no pararon de rondarme por la cabeza las sensaciones de vida que conlleva la adolescencia. Esa etapa tan importante de la vida que, según Houellebecq, es la única en la que se puede hablar de vida en el verdadero sentido del término. 



Quién no recuerda su adolescencia o quién no está marcado por ella. De esa etapa surgirá el camino que tomaremos después, conforme la exultación de nuestras pulsiones, sobre todo sexuales, se vayan desenfrenando para luego ir disminuyendo poco a poco. 



A partir de ahí la vida ya no es más que una preparación a la muerte, añade Houellebecq. Es terrible pero esta obra se está convirtiendo en el manifiesto existencial del que me gustaría examinarme como si fueran unas oposiciones.



“El liberalismo económico es la ampliación del campo de batalla, su extensión a todas las edades de la vida y a todas las clases sociales”, manifestó a finales del siglo XX.




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