Algo para el optimismo

Algo para el optimismo

José Ramón Martínez
23:02 • 30 may. 2012

La palabra crisis no se pronunció y esto es de agradecer. Fue una noche con una atmósfera de empatía y agradable comunicación, que en momentos como los actuales se hacen más que necesarios. El lugar escogido fue el mirador de la Rambla, esa esquina de Federico García Lorca y la Avenida de la Estación con el mar al fondo. 


Se trataba de la presentación en sociedad de un nuevo coche, el Kia Cee´d, que aunque a algunos les pueda parecer banal, para el mundo del automóvil, uno de los sectores claves de la economía, era un día que se vive con intensidad, con expectativas para la empresa y sus trabajadores y más si son pequeñas y autónomas. El acto estuvo cargado de optimismo y alegría, propio de la vitalidad y energía de las gentes del motor. 


 




Reactivar la economía


 




Para tener una idea de lo que representa este sector de sectores para la economía ahí van algunos datos: mueven el 10% del PIB, más de 25.000 millones de euros al año para la Administración en concepto de impuestos, un millar de empresas de componentes que facturan otros 25.000 millones, el 50% del crédito al consumo bancario corresponde a la compra de un vehículo, y para redondear, sus inversiones en publicidad hacen posible la supervivencia de algunos medios de comunicación. 


La industria española del automóvil, reconocen todos los analistas, está entre las primeras del mundo, y es una referencia europea en fabricación, innovación y creación de empleo. Y a pesar de los pesares, de la crisis, de un gobierno que hasta el momento no ha presentado ninguna propuesta, ni idea para fortalecer un área creadora neta de empleo, éste sigue con el reto de  generar confianza y reactivar la economía. Bien haría, por tanto, el gobierno en apoyarse en un sector tan dinámico y activo sino se quiere perder el lugar de privilegio que hoy ocupa y que la bajada principalmente del mercado interior pone en serio peligro.




 


Trabajaron a destajo


 


La celebración tuvo una asistencia significativa de la sociedad civil almeriense. Principalmente de pequeños autónomos, así como numerosas personas relacionadas con este mundo y que a tanta y tanta gente implica de una o de otra manera. 


Ramón Gómez, especialista de temas de  motor de La Voz de Almería, hizo los honores de la introducción, y no faltó tampoco a la cita  el reportero J. A. Barrios que con su cámara a cuestas y su crónica social puso un punto a la noche. 


Y el que no podía faltar, aunque a decir verdad no quiso significarse, fue el propietario del concesionario, Francisco Rodríguez Ramón, conocido como Paco "el butano", prototipo de los primeros empresarios-innovadores de la Almería del desarrollismo y que en aquellos difíciles tiempos de emigración eran muy pocos.  


D. Francisco sigue en primera línea, a pesar de su edad, y además de forma bien visible. Recuerda a los hermanos Piquer, que tanto han supuesto para la industria del motor en Almería, y al señor Martín que con más de ochenta años, en el entresuelo de su empresa en la calle Granada divisaba y controlaba a todo el que entraba en el negocio. Fue una generación que trabajó a destajo para salir adelante y que puso los pilares de nuestro desarrollo posterior. 


Finalmente, la empresa familiar ha quedado en manos de sus tres hijas, que junto a los comerciales y la gente de talleres, parecen seguir la tradición en cuanto a dedicación y atención al cliente, pero el futuro de la pequeña empresa pasa también por su innovaci&oacu


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