Confusión

Querida prima: Una pensaba que el rescate era para un náufrago que necesitaba ayuda o para un cautivo que necesita su libertad. En plan romántico, te rescataba el príncipe azul en un caballo blanco. Pero no. Ahora rescatan a la banca para que puedan dar dinero al personal y empezar a levantar cabeza. Y luego me confunden, pues cuando una lo admite y lo acepta, viene Rubalcaba y te cuenta la película de otra forma echándote un jarro de agua fría que te deja helada, olvidándose de que cuando era vicepresidente del Gobierno su ineptitud para hacer frente a la crisis bancaria desde sus comienzos, es sobradamente conocida. Ahora Zapatero desde su puesto de lujo dice que “España habría sufrido menos en la crisis si en los últimos años se hubiera ahorrado más y se hubiera tomado prestado menos del exterior”. ¡¡Solo oírlo se me sube la sangre a la cabeza!!  Y mi confusión continúa cuando me entero que Bruselas va a pedir a España el cierre de los bancos malos. Yo creía que todos eran buenos porque te prestaban dinero para algo que querías hacer, aunque te chuparan la sangre, pero una lo aceptaba como un mal menor, pero ahora no se donde tengo mis ahorros: en uno chupóptero o en uno griposo. 

Y si la justicia ha de poner a cada uno en su lugar, me confunden también, cuando la fiscalía de Huelva archiva la causa del ex-alcalde de Valverde del Camino, que se gastó en un prostíbulo de Sevilla, en un jiji, jaja, 3.648 €, porque no ve delito en que pagase con la tarjeta VISA del ayuntamiento.

En fin, prima, que siempre hay alguien que te confunde, pero hay que buscar lo mejor de cada momento. Así que te aconsejo que vayas al recién estrenado Mercado Central, que esta todo nuevo, limpio, reluciente y los productos frescos y de buenísima calidad. Compré unas cerezas de Abla y un queso blanco de Abrucena, para chuparse los dedos. Porque en las cosas buenas de Almería no me confunde nadie.

Cuídate. Si no lo haces tú, nadie lo hará por ti.