El Ave no se para

Eso dice la señora ministra de fomento. Y yo voy y me lo creo. Que no es “coña marinera”, doña Ana, que me lo creo. De lo que no estoy muy convencido, tampoco seguro, es del año en que el Ave aparezca por estas tierras del sureste español. Dice usted, y me lo creo, que no se para el trabajo del Ave en tierras almerienses. Pero no nos dice usted, o no se atreve, o no quiere, dar una fecha de finalización de esos trabajos. Ni siquiera aproximada. El Ave puede que no se pare, pero el ritmo de trabajo puede bajar al cincuenta, al treinta o al uno por ciento. No se para, es cierto, doña Ana, y yo voy y me lo creo, pero el retraso, señora ministra, nos puede hacer viejos en la espera del nuevo caballo de hierro. Lloremos los almerienses con un ojo, por lo menos las obras no se paran. ¿Y del soterramiento, qué? Más dubitativa ha estado la señora Pastor. Con el acuerdo de uso de los terrenos de renfe salvamos la cara por ahora. Y ya veremos en el futuro lo que pasa con las vías. Durante la visita de la ministra la delegada de la Junta, Sonia Ferrer, ha estado de invitada (casi muda) y como no podía aguantar la mujer, ha soltado aquello de que la Junta urge a una reunión de los tres afectados para saber qué ocurre con el soterramiento. Bien por doña Sonia. Ha hecho sonar su voz. Lo que pierde a las voces del Psoe es el silencio que han mantenido durante el gobierno de Zapatero en Madrid. “Yo no estaba entonces”, es cierto señora Ferrer, usted no estaba de delegada. Espero que ese gran interés que demuestra por Almería se vea en todas las actuaciones de la Junta con nuestra provincia. Se lo iremos recordando.