Se ha celebrado en Almería un congreso Iberoamericano municipalista. El nombrecito que se han buscado para el mismo se las trae: “Del buen gobierno y la calidad democrática”. No sé a quien se le ha ocurrido denominarlo así. Es de imaginar que a algún publicista. No me imagino a ningún político almeriense hablando de “buen gobierno”, con la que nos ha caído en el país. ¿O sí? Seguro que ellos piensan que son una maravilla gobernando y que lo han venido haciendo mejor que sus rivales. Estamos los almerienses contentos con el buen gobierno que hemos disfrutado en los últimos años por parte de los políticos gobernantes. ¿Cómo se les ocurre hablar de buen gobierno, después de los líos económicos en que nos han metido? Es como si nos quisieran tomar por tontainas. Los políticos les deben dinero a las guarderías, a las farmacias, a los abogados, a las academias, a los agricultores y a cualquier empresa pequeña o grande que se levante cada día con el sol. ¿Buen gobierno, dicen? Habría que saber para quién ha sido lo del “buen gobierno”. No me cabe duda de que alguien ha salido beneficiado del “buen gobierno” de estos políticos. En cuanto a lo de la “calidad democrática” sí no me lo puedo creer. Nuestros políticos son capaces de convencerse a sí mismos (lo de convencernos a nosotros ya es más difícil) de que la calidad democrática que disfrutamos “gracias a ellos” es inmejorable. Sólo tendrían que mirar un poco en el interior de sus partidos para darse cuenta de la calidad democrática que disfrutamos con ellos. Por cierto, nadie nos ha informado de lo que ha costado el congreso y quien lo paga.
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