Un nuevo impuesto al ciudadano

Estos “piratas” que nos gobiernan no paran de sacarse de la manga ases a la hora de buscar el dinero de los bolsillos de los ciudadanos. Pasamos la revisión de los coches y motos, que no deja de ser un impuesto más a pagar por usted y la posibilidad de crear puestos de trabajo para sus familiares, amigos y colegas de partido. Nos anunciaron las revisiónes de edificios, y el próximo año está a la vuelta y con él la obligación de éste nuevo tributo. Menudo chollo le ha caído al sector. No se pueden quejar. Han olido el trabajo fácil y a por él, se han dicho. Aquí los políticos parece que no van a poder medrar. No cante usted antes de tiempo, que lo mismo nos sorprenden, ya saben de lo que son capaces. El sector ha pedido que los cincuenta años de antigüedad pase a treinta, y por ahora no han ganado la partida. Menos mal. ¿La ganarán? La ley nacional habla de esos cincuenta años de antigüedad. Ya veremos lo que ocurre cuando hable la Junta. No les extrañe que lleguen a un acuerdo. Cuando de dinero se trata, y no del suyo, ya llegarán a algún pacto. En eso son unos linces. Pagamos impuestos por circular, por andar, por pasear, por respirar, por trabajar, por estar en paro. Pagamos por todo, y ¿por qué?, porque ellos, los políticos, tienen que cobrar sus buenos sueldos, dar subvenciones a sus amigos o gastarse nuestros dineros en obras que no son de su competencia. En unos meses saldrán con otra ocurrencia, ya lo verán, para que tengamos que volver a rascarnos los bolsillos. Mientras les sigamos votando, mientras nos convenzan con sus grandilocuentes frases, seguiremos pagando impuestos y más impuestos.