Cayo Lara

Si ha habido en el debate de la nación un mensaje claro y trasparente ha sido el de Izquierda Unida. Mientras Rajoy hablaba de la superación del desastre, Cayo Lara describía uno por uno todos los núcleos humeantes de la contestación en la calle. Era la otra España que no cita Rajoy, ésa que se parece a la mujer que pintó Julio Romero de Torres con las sienes moraítas de martirio y el alma llena de pena. Desde que comenzó la Transición aquí han gobernado PP y PSOE como partidos turnantes y es normal que cada uno de ellos tenga en su mala conciencia un fondo oscuro de corrupción. Contra IU no vale la acusación del “ tú más” porque todavía tiene su programa intacto de no haber gobernado. Su condenación fue mucho antes. De ahí que pueda hablar sin zorrerías zizagueantes y sin ocultar su ideología. ¿Qué dijo Cayo Lara pues desde la tribuna parlamentaria? Tendríamos que reproducir su discurso entero para ser más fehacientes, pero  véanse algunas notas. Cayo Lara se identificó con las reivindicaciones de los trabajadores de Iberia, de los estudiantes, de los parados, de las batas blancas, de los funcionarios, de los agricultores del campo, de pescadores, de jueces y fiscales, de los desahuciados a punto del suicidio, de los enfermos de la dependencia. Destacó muy claramente la diferencia entre las rentas del capital y las del trabajo y puso de relieve lo que aportan unos y otros con una sobrecarga especial para los obreros a punto de despido. Por contraste tenía que enfatizar la ayuda a los bancos, a los saqueos criminales de los corruptos,  al silencio sobre Bárcenas y compañeros mártires canonizados por la derecha. Cuando tanta gente se opone a las reformas del Gobierno parece cuando menos atrevido no hacer rectificaciones obsesionados con posesión de la verdad absoluta. Una verdad que ni siquiera es de aquí sino de la derecha europea que ha ideado el despido libre para que se pueda cumplir con el déficit. Esta enmienda a la totalidad por parte de los partidos de izquierda es lo que llama Rajoy la salida del desastre.