E l resultado de esta prensa erudita y especializada llegó de la mano de precursores como fue el funcionario Don José Miguel de Flores, de pensamiento moderado, que puso gran empeño en la edición de obras como “La Aduana crítica, donde se han de registrar todas las piezas literarias, cuyo despacho se solicita en esta corte” ( 1763 ); con artículos de actualidad y diversas ciencias, proliferando las humanidades.
Sin embargo, en los años ochenta, será cuando este tipo de prensa alcance su mayor esplendor con “El Correo Literario de Europa,” conducido por el suegro de Nihpo, Francisco Antonio de Escartin. Otro fue el “Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid” que gozaría de más larga vida, publicado con breves interrupciones entre los años (1786 - 1808).
Tampoco la distancia fue impedimento, en el afán de hacer llegar al español culto todos aquellos adelantos que en materia literaria, social, económica o científica-tecnológica se produjesen en Europa; buen ejemplo de esto fue el “Espíritu de los mejores diarios Literarios que se publican en Europa”, creado por el clérigo mallorquín Cristóbal Cladera.
Pasado el tiempo y coincidiendo con la década de los noventa, Antonio Valladares editaría “El Semanario Erudito” de corte radical, ilustrado y regalista, que mostró gran interés por temas del siglo XVI, en los que colaboraron los escritores más afamados del siglo, como Macanaz, Isla o Sarmiento; sería también dentro de esta misma década, donde dos experiencias más merecen mención: “El Diario de las Musas” y “La Espigadera,” que no superarían los dos meses de vida.
Sin embargo, este interés por la Europa que les rodeaba fue similar al mostrado por las producciones literarias españolas, que si bien eclipsaron la actualidad política, no se dejaron de tratar problemas que iban desde mayorazgos, mendicidad, legislativos, eclesiásticos y todos aquellos que trataban de la intolerancia civil.
Este siglo no solo se caracterizó por ofrecer al ciudadano una prensa humanística, sino que abarcó una diversidad de temas, como podemos ver en “La Sociedad Económica Matritense” (1778), donde aparecen las “Memorias Instructivas y Curiosas sobre industria, Comercio, Economía, Química, Historia Natural, Botánica y agricultura; que se preocupó por aquellos temas comerciales que llegaron a alcanzar un valor especial en la conciencia económica de los españoles.
Algunas otras como “La Miscelánia Política” del abogado Mateo Antonio Barbieri, atacaron el lujo inútil que amenazaba al comercio, defendiendo el préstamo con interés, pero sera en los noventa, cuando esta prensa dedicada a la literatura, alcance su mayor esplendor en temas económicos, expuestos en artículos de opinión que van a seguir la estela de la Sociedad Económica Mallorquina, editora de Noticia Periódica de los precios corrientes de la semana y otras curiosidades.
A todo esto hay que decir que la prensa no nace solo de iniciativas privadas, sino que la administración tambien colaboró. Recordemos la influencia de Campomanes y Floridablanca, muestra de ello fue la Balanza de comercio de España con las potencias extranjeras (1792 ) o la Guía de la Real Hacienda de España (1792 – 1802); incluso haciéndose cargo de publicacionescomo fue el Correo Mercantil de España y de las Indias, editado por Diego de Gallar y Eugenio Larruga, cuya información iba destinada a hombres de negocios y a fomentar la economía.
Con un carácter más específico, aparece el Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los Párrocos (1797), cuyos autores, el clérigo Juan Antonio Melón, el diplomático Juan Bautista Virio y Domingo García, se componía de técnicas agrícolas dirigidas a la especialización de los campesinos, tarea para la cual se recomendaba la ayuda de los párrocos, tal cual expresara Jovellanos en su Ley Agraria.
Quiero terminar este artículo dedicándoselo a dos niñas: Carmen y Rosa, por no tener dificultad en sacar buenas notas y en creer en la multiplicación de los panes y los peces.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/40905/la-prensa-literaria-y-economica-del-siglo-xviii