Un año al frente de Asempal

Acaba de cumplirse un año desde mi elección como presidente de Asempal y a pesar de los problemas que vive nuestra economía y de lo exhausta que se encuentra ya la capacidad de resistencia empresarial, este aniversario me invita a mirar hacia adelante y expresar mi gratitud hacia nuestros asociados por su compromiso y participación asociativa. 

Como prometí en mi toma de posesión, he intentado ser portavoz de las preocupaciones que a todos nos afectan, trasladando las propuestas de nuestros asociados. Así, hemos puesto especial énfasis en demandar soluciones para la falta de liquidez que estrangula el funcionamiento de las empresas, la economía sumergida, la morosidad de las administraciones, la eliminación de la burocracia, el adelgazamiento de la estructura de las administraciones, las cargas fiscales a las empresas, la mejora de las Infraestructuras o la prevención de riesgos laborales. 

En esta línea y dado que desde Asempal venimos manteniendo constantes encuentros con las Administraciones, aportando propuestas para estimular la actividad empresarial y demandando la simplificación de las cargas administrativas a las empresas, me gustaría contar con la colaboración de los asociados para que nos comuniquen proyectos pendientes que se encuentren paralizados o iniciativas empresariales ralentizadas por la burocracia administrativa, de tal modo que desde Asempal podamos requerirles soluciones con la mayor eficacia posible.

Durante este año, y en lo que atañe al ámbito institucional, hemos creado cinco Consejos Empresariales: el de Relaciones Laborales; el de Morosidad; el de Imagen y Acción social empresarial; Industria, Infraestructuras y Relación Empresa Universidad y el Agroalimentario. También hemos impulsado la colaboración con otras entidades, como la Universidad de Almería, y lo que es más importante, la participación de nuestros empresarios asociados; porque una organización como Asempal no es sólo su sede; ni sus servicios empresariales por preparados y profesionales que sean en todos los ámbitos de gestión; ni su presidente, ni sus órganos de gobierno por mucho entusiasmo y voluntad que pongamos; sino la implicación y el compromiso asociativo de todos los empresarios que la formamos. 

Somos una provincia trabajadora, siempre lo hemos sido. Nos hemos crecido ante las dificultades y conseguido forjar una economía provincial en situaciones que, en perspectiva, se veían igual de complicadas, pero que hoy nos permiten sentirnos orgullosos de su resultado. Por eso estoy convencido de que una de las mayores fortalezas de Almería es su colectivo empresarial, labrado en el esfuerzo y comprometido con el desarrollo de la provincia.