El teatrillo de hacer como que se hace

Son muchos los almerienses que se sorprenden de la nueva ausencia de la Junta de Andalucía en el sostenimiento económico de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro -que un año más habrán de ser sufragadas por la Diputación y los ayuntamientos de Almería y Roquetas de Mar- no sólo por la falta de identificación con un proyecto cultural tan importante, sino también por la afición de nuestro gobierno autonómico por lo teatral, por la escenificación y por los cuentos chinos. 

Si en la Diputación, o en cualquier ayuntamiento gobernado por el Partido Popular nos sobrase el tiempo de ocio o no tuviésemos un compromiso de trabajo serio por y para los almerienses, podríamos montar, por ejemplo, una serie de “mesas de trabajo” sobre asuntos que ni nos competen, ni para los cuales podemos aportar recursos o partidas presupuestarias. Una “Mesa por la Sanidad almeriense”; una “Mesa por la Justicia en Almería” o una “Mesa por la Felicidad y Alegría de los almerienses”. Da igual el contenido programático de las mesas si lo que en el fondo queremos es tener excusas para buscar posibles ausencias y responsabilizar a los no asistentes del fracaso de la Sanidad, de la Justicia o, llegado el caso, de la tristeza de los almerienses. Y es que ese tipo de convocatorias sólo sirven para dos cosas: para mejorar el álbum fotográfico de los reunidos y para algo bastante más grave: para perder y hacer perder el tiempo. 

Afortunadamente, en la Diputación Provincial de Almería, en la Subdelegación de Gobierno y en los ayuntamientos que gobierna el Partido Popular tenemos muchas cosas que hacer y muchas cuestiones reales que seguir resolviendo dentro de nuestro ámbito competencial, como para andar ahora enfrascados en representaciones mediáticas o intentando engañar a los almerienses haciendo como que estamos haciendo algo. Ni es serio pretender que una reunión montada por el consejero de Turismo sobre aeropuertos puede servir de algo si tenemos en cuenta dos aspectos: el primero es que la Junta no tiene competencias en la materia y, el segundo, que ninguno de los asistentes tenía recursos económicos o partidas presupuestarias para poder hacer algo concreto. Pues ya me dirán ustedes de qué sirve, por tanto, una reunión de ese tipo, por muy buen ambiente, por muy buenas palabras o por muy buena voluntad que haya al respecto. Puede que crear titulares sea más fácil y rápido, pero hay quienes pensamos que nuestro verdadero papel es el trabajo y la gestión y no la simple figuración.