Lastres que retrasan el final de la crisis

Por mucho que se pregonen los carísimos altavoces propagandísticos de la Junta, en Andalucía las cosas van peor que en el resto de España. 

Es cierto que la salida de la crisis que nuestro país está protagonizando gracias a las medidas y a la responsabilidad del gobierno de Mariano Rajoy progresa a menor velocidad de lo que a todos nos gustaría, pero no es menos cierto que son pasos firmes que están sentando la base de la recuperación global de nuestro país del caos económico al que le había conducido la insoportable frivolidad y la nula previsión de los gobiernos del señor Zapatero, el estadista a la que otra gran estadista socialista, Elena Sevillano, quiere rendir ahora un inexplicable homenaje. 

Por eso y ante el riesgo cierto de que las nefastas políticas del gobierno bipartito PSOE-IU que preside Susana Díaz retrasen la salida de la crisis para Andalucía, desde el Partido Popular estamos planteando al PSOE un diálogo positivo y constructivo que nos permita abordar reformas de calado que propicien la creación de empleo, sin el lastre ideológico que están imponiendo al gobierno bipartito los socios radicales de Izquierda Unida. 

En este sentido, el presidente del Partido Popular andaluz, Juan Manuel Moreno, ha instado a Susana Díaz a aceptar de forma inmediata la oferta de diálogo que le hizo hace un mes para evitar que Andalucía vuelva a quedar descolgada de la recuperación y salga de la crisis en segunda velocidad. Creemos, además, que podríamos ofrecer una imagen muy positiva y potente de Andalucía si las dos principales fuerzas políticas apostasen por trabajar con más cabeza y menos ideología a la hora de resolver la principal prioridad de miles de familias andaluzas, que no es otra que el empleo. 

Inversores De ese modo, inversores y empresarios verían que estamos  dispuestos a remover los obstáculos que hoy existen para la inversión en nuestra tierra, que estamos dispuestos a afianzar la seguridad jurídica y a garantizar la estabilidad política. Pero para ello es necesario que Susana Díaz se atreva a romper la férrea disciplina ideológica que ha implantado en su gobierno Izquierda Unida, que tiene al ejecutivo andaluz maniatado y limitado hasta límites tan ridículos como pretender que un plan de bicicletas puede ser la “palanca de transformación económica de Andalucía”. Si doña Susana quiere, es posible que Andalucía avance en el camino de la salida de la crisis y en la creación de empleo, porque lo cierto es que el paro ha aumentado en nuestra comunidad en casi 20.000 personas mientras bajó en el resto del país. Así no vamos bien.