La patada como fuente jurídica

“Susana Díaz tiene que tragarse con papas aliñás las excrecencias de la coalición con la que gobierna”

Jose Fernández
23:58 • 10 abr. 2014

Cada vez que la dignidad de un partido que gobierna en coalición se deja un jirón de dignidad o de sentido común en una arista de los siempre injustos pactos de gobierno, me pregunto si no sería más sencillo acordar que gobierne la lista más votada, y punto. Pero como el objetivo no es tanto gobernar como impedir que gobiernen los otros, acabamos viviendo situaciones ridículas que además cuestan carísimas a los ciudadanos. 


El numerito que están montando ahora PSOE e Izquierda Unida en el gobierno bipartito de la Junta de Andalucía a cuenta de las competencias en vivienda es la mejor prueba de ello. Como todos ustedes saben, el PSOE depende de los votos de IU para que doña Susana Díaz pueda seguir ampliando su álbum de fotos con estadistas y agrupaciones locales, así que tienen que tragarse con papas aliñás las excrecencias y empeños de una coalición que, entre otras cosas, ha sido capaz de hacer consejera de Vivienda a una señora, la camarada Elena Cortés, que lamenta que el cargo le impida estar por ahí con la pancarta y el altavoz haciendo escraches a los enemigos de la revolución. De hecho, la última aportación de la consejera escrachera a la política andaluza es de verdadero impacto: validar la patada en la puerta como fuente de derecho inmobiliario. 


Para Izquierda Unida, cualquiera que ocupe una casa y aguante en ella un tiempo tiene tantos derechos sobre esa vivienda como los pringados que se esfuerzan por pagar puntualmente las hipotecas de las suyas. Y mientras tanto, doña Susana Díaz se limita a hacer como que hace, porque la ley no se defiende con tironcitos de oreja a la consejera, sino con la aplicación de esa ley a quien voluntariamente se sitúa fuera de ella. Pero cuando la prioridad es el pacto, a la ley le pueden ir dando una patada… en la mismísima puerta. 







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