La gresca, la broza y la losa

La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Sonia Ferrer, dice en relación con el conflicto abierto con Diputación por el estado del viejo Hospital que los ciudadanos no quieren que los políticos y las administraciones se peleen y estén todo el día a la gresca. Y lleva razón. El personal está ya harto de los dimes, de los diretes y de la balacera declarativa que horada las portadas a diario. Pero lo que no dice la señora delegada es que los ciudadanos también quieren percibir que los políticos y las administraciones están ahí  para gestionar con acierto y aportar servicios, soluciones, infraestructuras y mejoras a la sociedad de la que cobran.  Pero cuando alguien representa a una administración que ha acreditado en Almería una consolidada trayectoria de fracasos, incumplimientos, retrasos y embrollos, más valdría no hablar de los deseos y percepciones de los ciudadanos. Y es que, puestos a hablar de Almería, me pregunto si algún almeriense es capaz de mencionar algún proyecto, infraestructura, logro o mejora de relevancia que haya puesto en marcha la Junta de Andalucía en nuestra ciudad durante los últimos años. Lo del Hospital no es más que otra más en la ya larga lista de líos, polémicas, dilaciones y enredos que, por desgracia, forman ya parte del sello y el carácter de una gestión malograda y frustrante para los almerienses. Ahí están para el historial del descrédito “actuaciones” como el estado del Ayuntamiento, el materno-infantil, la facultad de Medicina, el Cable Inglés, el 18 de Julio o tantas otras cosas. Como se decía de las huestes de Atila, por donde pasa la Junta no vuelve a crecer la hierba. La buena noticia es que entre las losas y cornisas del claustro del abandonado y desfigurado hospital, el único edificio civil del S. XVI que queda en pie en Almería capital, crece fresca la maleza. ¿Lo ven? Es mucho más agradable hablar del triunfo de la primavera que del fracaso de los políticos.