Si no eres un gran experto en economía a la manera del ministro de Guindos, si no sabes de bancos como Botín acostumbrado a ganar la millonada con el tártago de la crisis, si en suma no pasas de ser un militante del partido que gobierna, tú verás la recuperación como un acto fe. Leemos que la OMC calcula que el comercio mundial crecerá un 4,7 por ciento Y nos ponemos en guardia.¿ Y qué? contestamos. ¿ Se notará eso en mi vida cotidiana? ¿ Subirán los salarios? ¿ Tendremos que pagar menos impuestos? ¿ Habrá más empleo neto? Nuestro máximo consuelo se funda en realidad en respuestas vagas al estilo de “ tengo grandes esperanzas en la recuperación de la economía española”, “ confío en el capital extranjero que viene a invertir en nuestro país y el dinero no es tonto”. Coges el periódico y te abruman noticias más creíbles. Por ejemplo: En Europa se ha abierto aún más la brecha entre regiones ricas y pobres. Según Eurostat está lejos de resolverse el desempleo. Andalucía tenemos la tasa más elevada de paro en Europa ( 36,3 %) seguida de Ceuta, Melilla, Canarias y Extremadura. Entre las diez regiones europeas con más parados está Castilla la Mancha ( en sexto lugar) y Murcia ( en noveno) En resumen: una cosa es la política macroeconómica obsesionada por el ajuste y otra muy distinta la que busca la igualdad entre las regiones. Pero ¿ qué me dicen ustedes de la deuda pública?. Hasta febrero de este año, las Administraciones públicas acumulaban un deuda de 987.945 millones de euros. Según4 los técnicos la deuda pública española amenaza con rebasar el 1OO% del PIB en 2O14. En este plan hay que tener mucha fe para ser optimistas respecto al próximo futuro. Si yo tuviera detrás de mí un partido con posibilidades de gobernar, a lo mejor me unía al coro de los que cantan ya la recuperación inminente, al fin y al cabo quedas mejor dando buenas nuevas que ocupando la plaza en propiedad del cenizo oficial, pero creo que al ciudadano hay que tratarlo con algo más de respeto. Bastantes trampas tienen que oír durante las campañas electorales . Además la recuperación no necesita voceros del gobierno. Ella sola se impone. Bastará con que se notara en los precios de las cosas de comer, en el recibo de la luz y del agua.
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