Ojo al exedil de los ERE

Ayer ocupaba las primeras páginas de los diarios la ampliación del fraude de los ERE en Andalucía. La juez Mercedes Alaya, que lleva tres años instruyendo este caso, daba los nombres de otros quince implicados, uno de los cuales pertenece a un ex edil del PP. 

Estar implicado no quiere decir estar condenado, ya veremos después, pero dentro del clima inquisitorial y justiciero que la derecha emplea cuando de Andalucía se trata, merece la pena analizar el caso de este exedil perdido en la niebla. 

Se ha dicho mil veces que la corrupción no es derechas ni de izquierdas. Sin embargo olvidamos este principio con harta frecuencia y desde luego más todavía en tiempo de elecciones. 

No pasa día en que tanto los portavoces del PP como su artillería pesada a nivel de prensa y radiotelevisión dejen de encaminarse hacia la destrucción del poder andaluz, representado hasta el momento por el bipartito PSOE-IU. Dan por supuesto que la Junta tiene la culpa de todos los males del orbe desde el paro a la corrupción y que mientras la derecha no tome el poder en el Sur no habrá nada que hacer. El hecho de que aquí también aparezca un exdil popular con presuntos visos de corrupción estropea un poco el argumento electoralista. 

No se olvide que aunque ellos tienen el caso Gúrtel junto a supuestas pruebas de pagos en negro para la caja B, se vienen comportando como si nada sucediera. Estrategia de dejar pasar el tiempo alargándolo como un chicle, técnica reconocida y amparada desde Génova, 4. 

El caso del exedil pudiera servir de examen de conciencia. Demostraría que todos somos iguales: gusta el dinero, el audi , el chófer en la puerta, el hotelito en la playa. Lo que pasa es que hay que ganar las elecciones creándole un clima irrespirable al contrincante.

 Ganar como sea. Lo primero, hacerse con el poder dando por verdades simples sospechas. Después ya lo arreglaremos al poder ser con otras mentiras. O con otras sospechas aún más gordas. Creemos que el ciudadano algún día aprenderá las reglas del juego. Y obrará en consecuencia.