En el último Congreso de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos hubo una ponencia sobre cómo se gestionaban los espacios públicos en Florencia, la conmovedora ciudad italiana. El ponente, responsable de la gestión de los mismos, resaltó la importancia de la participación ciudadana en la gestión de los recursos patrimoniales, ambientales, etc. de su ciudad y en la mesa redonda le pregunté: La implicación de la ciudadanía de dónde partió: ¿de ella o de las administraciones? La respuesta, con la que utilizó cierta sonrisa de complicidad, fue: “De la ciudadanía”.
Y la ciudadanía en Almería, también está comprometida con su ciudad y sobre todo de manera incondicional con su Alcazaba. Día a día se viene demostrando con iniciativas y propuestas. En el II Foro organizado por lo Asociación Amigos de la Alcazaba titulado: “La Alcazaba y su entorno” pudimos conocer de primera mano, por el arquitecto Pedro Salmerón, el Plan Director de nuestro monumento estrella en el que se especifican las pautas a seguir en su gestión entre el periodo del 2010-2017. Resaltó la readaptación del mismo debido a la situación actual. La Alcazaba es el motor cultural de la ciudad aunque las administraciones no quieran enterarse: de su latido la ciudad milenaria se nutre. ¿Cómo es posible que el monumento se vaya a cerrar todas las tardes de verano a propuesta de la Consejería de Cultura? La Administración, falta de ideas y propuestas, no es capaz ni siquiera de escuchar y poner en práctica con todos los agentes sociales las propuestas consensuadas por la ciudadanía. No “hay devolución de compromiso con las decisiones consensuadas” como recordó Ramona Ferre de la Plataforma de Rehabilitación del Centro Histórico. Pedro Salmerón, recordó la fortaleza histórica de La Alcazaba: sufrió dos terremotos que la destruyeron y en 1855 se puso en venta con la condición de que se destruyera. Pero nuestra atalaya ha demostrado una fortaleza histórica que debe de servir de ejemplo, para no perecer en el intento de seguir presionando con las propuestas que llevamos trabajando desde hace décadas, en los diferentes colectivos ciudadanos. Como ejemplo, de esta resistencia y lucha por la dignidad del barrio, es la Asociación de Vecinos La Traína, que tras 40 años siguen en la implicación de la transformación física y social del barrio de La Chanca. Juana Sánchez recordó a Juan Goytisolo con estas palabras: “La miseria era dueña y señora”. Desde entonces muchas cosas han cambiado en el barrio que dio origen a la ciudad, pero aún queda un gran recorrido. Magdalena Cantero de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico recordó que las ideas existen, pero que es necesario un Plan Integral para el Centro Histórico. Las cuevas, que son parte de nuestra arquitectura singular, no pueden seguir despreciándose, como recordó el arquitecto Ramón de Torres redactor del proyecto del Mesón Gitano. Los proyectos, dijo “tienen que tener su impacto en la calidad de vida de las personas y el empleo; la asociación entre la administración pública, ciudadanía y servicio público, la sostenibilidad, que refuerce a la comunidad y que solvente problemas de exclusión social”. Manuel Guzmán, concejal del Ayuntamiento de Almería, fue numerando las actuaciones municipales que van haciendo desaparecer las diferentes fronteras psicológicas que existen en la ciudad.
Me hubiera gustado escuchar a la Delegación de Cultura porque tienen mucho que explicar y proponer. La ciudadanía
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