La Junta ni está, ni se le espera

En Almería hay dos cosas que no extrañan a nadie: que haga calor en verano y que la Junta de Andalucía incumpla sistemáticamente sus compromisos en nuestra capital. Siendo como digo dos circunstancias conocidas por todos, en Almería sorprendería mucho más una nevada en plena Feria de agosto que ver alguna vez que los anuncios y promesas de la Junta de Andalucía se ajustan a lo firmado y afirmado. A lo largo de los últimos días, un grupo de vecinos del barrio de Pescadería han estado acampados en la puerta de la vieja Casa del Mar, alguno de ellos incluso en huelga de hambre, reclamando de la Junta de Andalucía el cumplimiento de reapertura de esta instalación como Centro de Salud, cosa que llevan esperando desde 2009. Y la respuesta de la Junta ha sido tan ejemplar como suele ser en estos casos: que la atención está garantizada en otros centros sanitarios. Pero ellos saben que no es así. Los vecinos se quejan, y con razón, de que las instalaciones ubicadas en el Parque Nicolás Salmerón son claramente insuficientes para las necesidades de los vecinos del barrio. Sin servicio de urgencias, sin zonas de espera confortable y con un único baño, no son precisamente la mejor alternativa para los vecinos de Pescadería. Y por eso están acampados a la puerta de la vieja Casa del Mar; para reclamar a la Junta que haga lo que se comprometió a hacer. Igual que pasa siempre en Almería. Y es que lo que reclaman los vecinos de Pescadería a la Junta con el incumplimiento de la promesa de reapertura de ese local como Centro de Salud es lo que también podría reclamarse al gobierno PSOE-IU que preside Susana Díaz sobre la rehabilitación del Ayuntamiento y la Plaza Vieja, el hospital materno infantil, la conexión de la A-92 con la capital, los comedores escolares, las plazas del conservatorio o tantas y tantas otras cuestiones en las que la Junta de Andalucía ha hecho gala de una prodigiosa desmemoria. Lo que vuelve a hacer la Junta con los vecinos de Pescadería es poner excusas de mal pagador y faltarles al respeto cuando todo un delegado tiene el desahogo de decirles a los vecinos que están a la espera de recibir dinero de Europa para hacer esa obra. Resulta impresentable que los proyectos de la Junta de Andalucía en Almería capital, sin ser ninguno de ellos de relevancia estratégica para la ciudad, se dilaten en el tiempo sistemáticamente mientras desde Sevilla se ponen excusas pintorescas o no se dan por enterados de nuestras necesidades y en Almería sus representantes miran hacia otro lado. Los almerienses no nos merecemos este trato por parte de una administración, la Junta de Andalucía, que  ni está, ni se le espera.