Una perita en dulce

El BBVA se ha hecho con Catalunya Banc por algo menos de 1.900 millones de euros. Al final, la subasta estuvo animada. Y se entiende. El Gobierno con fondos de todos había dejado la entidad muy aseada, así que se entiende perfectamente que los más grandes pujaran por la entidad catalana. Después de poner en torno a 13.000 millones de euros y asegurar que se hace cargo de las posibles demandas de preferentistas, hipotecas con cláusula suelo o contratos de tipos de interés, la entidad era una joyita. La pregunta de todos es si merecía la pena seguir manteniendo una entidad gestionada mal no, lo siguiente. Y la siguiente pregunta es para cuándo sus antiguos gestores darán la cara, pagarán por su pésima gestión y devolverán el dinero de los sueldazos que cobraban y que se subieron un 50 por ciento ya en plena crisis. El presidente del BBVA, Francisco González, ha avanzado que en 2018 la entidad ya estará en beneficios, unos 300 millones, y que la compra se realiza en un momento muy interesante, "en pleno cambio de ciclo de la economía española". Además, la adquisición reforzará la política de dividendos del banco.