Estuvo en Almería, es cierto, las fotos así lo atestiguan. Estar con Almería ya es algo a discutir. Durante dos días Mariano Rajoy y su séquito pasearon, y es de imaginar que lucieron, sus palmitos y sonrisas por las calles y plazas de nuestra provincia. ¿Sólo eso? Así parece. Vamos a la parte central del viaje. El discurso del Cervantes, como se esperaba, todo fue hablar de lo bien que le va a España y de lo mal que la había recibido cuando llegó al gobierno, hace de eso ya tres largos años.
De los actos políticos nada importante se debe esperar. Mariano estaba en el Cervantes como presidente de los suyos y a ello se dedicó. Nada que objetar. Había que esperar al acto con los empresarios. Y aquí le salió el gallego que lleva dentro. Estaba en Almería, pero no estuvo con ella, y miren que se lo pidió por activa y por pasiva el presidente de la Cámara de Comercio. Todo lo almeriense es prioritario para el presidente del gobierno, pero sin compromisos, sin prisas y sin presiones, le vino a contestar al empresariado almeriense. Total: un par de días de descanso en las tierras del sur, ¿intentando ganar voluntades?
En las reuniones con los poderosos una cosa es lo que se dice en público y otra la que se comenta en privado. Y esa otra verdad es la que nos tendría que contar don Diego, presidente de la Cámara, anfitrión del presidente Rajoy en Roquetas. Es de suponer que en los apartes mantenidos entre las partes se hablaría de lo que iba a plantear el empresario al político. Vamos, que estaría pactada la alocución del señor Martínez ante don Mariano, por lo que sería interesante para la ciudadanía que nos narrara los pactos celebrados, así como las reacciones íntimas del presidente Rajoy. No me creo que en privado no diera alguna otra explicación el político al empresario, y esa es la que nosotros, los ciudadanos, querríamos conocer.
Hace unos días, sin escuchar oficialmente lo que se dijo entre Susana y los empresarios, estos llenaron las páginas de la prensa que parabienes, alegrías y esperanza en el futuro para Almería. Les pediría a los empresarios que estuvieron en las reuniones privadas con Mariano que nos dijeron si salieron tan felices o no como lo hicieron tras la reunión con la presidenta de la Junta. Se lo deben a los ciudadanos tras las expectativas levantadas con Susana.
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