Después de tantas contrariedades sufridas en los últimos tiempos por don Juan Carlos, es de esperar que la pequeña historia que reflejan estas líneas no cause un disgusto más al Rey Emérito que hoy celebra su 77 cumpleaños. No ha mucho tiempo que un buen amigo que durante años ostentó una de las más altas representaciones institucionales en nuestra Comunidad me contó algunos pasajes, la mayoría anecdóticos, de una comida privada con el ex monarca, celebrada en un afamado restaurante madrileño. Tras los postres, el restaurador invitó a los dos comensales a una copa de sobremesa. Mi amigo solicitó una copa de una determinada marca de whisky escocés, a lo que don Juan Carlos reparó e indicó al propietario del establecimiento que sirviera dos copas de Lagavulin 21 años, un whisky producido en la zona del mismo nombre en la isla escocesa de Islay, y que está considerado como el aristócrata de los whiskys de este territorio. Según confesión de mi informante, no faltó razón a su real compañero de mantel para tan acertada elección: el whisky más seco de Islay, un clásico de reconocido prestigio. Todos los elogios hacia esta espirituosa bebida han sido escasos desde entonces: ámbar profundo de apariencia, cuerpo robusto-medio, olor de bergamot con un sofisticado complejo de aromas, etcetera. La curiosidad me ha llevado en más de una ocasión a degustar tan conseguido destilado. Sin embargo, poco tiempo después de este episodio cayó en mis manos un ejemplar de The Whisky Magazine, la más prestigiosa revista sobre la conocida bebida escocesa, en la que se aguaba la ganada reputación del whisky monárquico, los elogios de mi amigo y mi satisfactoria experiencia. La competencia asiática había logrado el Yoichi de 20 años, un whisky “complejo, armonioso y magistral”, considerado por los severos expertos el mejor whisky del mundo. Algo así como una delicia nipona que arrastra una curiosa historia, pero esa la dejaremos para mejor ocasión.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/74228/una-delicia-nipona