Una de las circunstancias más llamativas de las campañas electorales es la osadía en la que, en ocasiones, incurren quienes creen que los ciudadanos ni tienen memoria ni tampoco capacidad para discernir entre la realidad y la demagogia. Por eso llaman la atención las lecciones de economía aplicada que estos días nos ofrecen algunos candidatos a la alcaldía que, presumiendo que los almerienses no recuerden su paso por la que probablemente fue la peor y, con certeza, la peor gestionada Corporación Municipal de la historia democrática del Ayuntamiento de Almería, nos “ilustran” sobre cómo llevar las cuentas municipales. Partiendo de la base de que nadie que haya tenido los cajones llenos de facturas sin pagar debería caer en el desacierto de impartir recomendaciones de gestión, me permitiré recordar, con datos, que el Ayuntamiento de Almería es en la actualidad y gracias a la gestión del PP, una administración respetada por su solvencia y con crédito en todos los ámbitos.
Almería es la capital andaluza menos endeudada con los bancos (deuda viva), con 93 millones de euros, según el informe de 2013 difundido por el Ministerio de Hacienda. La Cámara de Cuentas de Andalucía, en su informe de 2011, señala que el Ayuntamiento de Almería tiene los mejores indicadores de liquidez inmediata y solvencia a corto plazo al final del citado ejercicio, lo que revela una gestión prudente, rigurosa, realista y transparente que se mantiene a día de hoy. De hecho, en septiembre de 2010, alguien tan poco sospechoso de elogiar innecesariamente a un equipo de Gobierno del PP como la entonces ministra socialista de Economía, Elena Salgado, puso al Ayuntamiento de Almería como ejemplo de prudencia en materia de gestión económica. Por otra parte, Almería es una de las capitales con el IBI más bajo, dado que en los últimos ocho años se han producido siete rebajas respecto al tipo de gravamen, la única forma en la que el Ayuntamiento puede incidir sobre el recibo del IBI, lo que nos acerca al mínimo que podemos tener desde nuestra competencia municipal. En este tiempo hemos pasado del 0,775 en 2008, al 0,46 que se aplica en 2015. En este año, y tal como nos habíamos comprometido, los recibos del IBI han bajado entre un 1% y un 15% De media, un 8,5% lo que supone en términos de recaudación para el Ayuntamiento de Almería una disminución de unos 4,7 millones de euros que se quedan en los bolsillos de las familias almerienses. El artículo 135 de la Constitución dice que no se puede gastar más de lo que uno ingresa. Y es que no hay otro modo de gestionar un ayuntamiento: trabajo duro, eficiencia, prudencia, moderación y muchos sacrificios de todos. Por eso, los ayuntamientos andaluces del PP están siendo un factor clave en la superación de la crisis.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/76726/un-ayuntamiento-serio-y-bien-gestionado