Cambios varios 

El verdadero cambio se produciría si la clase media obrera, la que paga impuestos y carga con las consecuencias crueles de la crisis, estuviera representada por un partido también obrero. Esto no es probable que ocurra aquí y menos en Europa donde, como sabemos, gobierna una derecha empeñada en salvar el sistema financiero de sus abismos de corrupción. El capitalismo de amiguetes necesita del poder político para solventar a su estilo las caídas cíclicas del sistema. Por tanto, no habrá cambio estructural sino superficiales cambios de cara, engañosos lifting de peluquería. En ellos andan ahora nuestros partidos con esperanza de gobierno. El PP, partido conservador, dice que quiere cambiar Andalucía. También el PSOE, responsable del bipartidismo, dice algo parecido. Los otras dos fuerzas que han capitalizado el cabreo de los españoles y que, según Metroscopia podrían gobernar, no cuentan de momento. La gente, pese a todo, exige reformas. Se impone la paradoja del aristócrata que dijo que a veces es necesario cambiar algo para que todo quede igual. Si repasamos la historia española reciente sólo hubo, a mi juicio, una coyuntura parecida a lo que necesitamos hoy . Me refiero a la ascensión de Felipe González con una derecha dividida y con amenaza de golpe de Estado. Con González se modernizó España, entró en la imposible Europa, entraron en la Seguridad Social incluso los que no cotizaban. Es cierto también que hubo corrupción (siempre hay corrupción) aunque no tanta como ahora que hasta al PP como tal lo sientan en el banquillo. ¿Qué quiere la derecha para los andaluces? Muy sencillo, partiendo del dilema de que o gobiernan ellos o llega el caos, se proponen sustituir a Susana Díaz por Juanma Moreno. Y la explicación la proporcionaba hace solo unos días Juan Megino. ¿Pero cómo, decía el exalcalde, triunfan de nuevo los socialistas cuando tienen un paro insoportable, una corrupción que si partimos el melón nos tenemos que tapar las narices, y una manera de gobernar que solo medran los que llegan con el carnet en la boca? Claro, esto lo decía Megino sin tocar el asunto mirando al PP. Porque corrupción, clientelismo, golfería de lujo y de alto standing la derecha tienen un trago. No me extraña que tanto Podemos como Ciudadanos corran como Messi o Ronaldo por ambos laterales de la cancha.