¿Padece este Gobierno algún trastorno de la expresión? ¿Es mudo, disléxico, afónico, autista? Yo creo que no. Este Gobierno vive en plenitud todas sus facultades comunicativas y además dispone de una gran maquinaria mediática con portavoces, instrumentos adecuados y periodistas en plantilla. Entonces ¿a qué se debe ese lastimero lamento de que el PP está haciendo muchas cosas buenas de cara al bienestar de los españoles pero no sabe comunicarlas? ¿Hay alguien que aproveche más y mejor las redes que el presidente para llevar el agua a su molino? ¿Pierden el tiempo De Guindos y Montoro respecto a airear que estamos ya fuera de la crisis y que han de venir incluso felicidades más grandes en un próximo futuro? No señores, ésta no puede ser la explicación última de la incredulidad de la gente. Los hechos son algo más convincentes. Nada más llegar el PP al poder cambió el modelo informativo de la televisión pública. El presidente era elegido por una mayoría de dos tercios de los diputados, lo que entrañaba un consenso entre socialistas y populares. De una televisión sostenida por técnicos de alta capacitación profesional pasamos a una televisión nacional de partido donde el nombramiento viene promovido más por el carnet que por los méritos de la carrera. De este modo llegaron a TVE José Antonio Sánchez y otros jerarcas. Estas alcaldadas han ido creando un malestar en el interior de la redacciones que ya no se disimula. Ayer daba un periódico la noticia de que periodistas de TVE llevan a Bruselas su queja por los telediarios. Los trabajadores se habían quejado antes en el Congreso de los Diputados pero de poco les valió. En la edición del telediario del 4 de marzo (dice el informe) se incluyeron veinte intervenciones del Gobierno frente a dos de la oposición. A mi juicio, la desafección de la gente respecto a la política no es culpa solo de la incomunicación, sino de la mentira. Nos acabamos de enterar de que en 2014 pagamos más altos impuestos que en las dos décadas anteriores. No es mejor noticia que las familias hayan descendido en su nivel de renta. Estas son las cosas que ponen un rictus de ironía y de incredulidad en la cara de la gente cuando oye hablar de recuperación y de lo bien que va todo. No busquen causas extrañas. La Radiotelevisión de derechas y lo periódicos de derechas más los médicos fácticos que los sostienen, cumplen tesoneramente con su cometido de que no cambie nada.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/80760/sobre-incomunicacion