Soltero, entero y longevo 

“Lo de los vascos viene de 1615, cuando pasaron a cuchillo a treinta y tantos pescadores guipuzcoanos”

Rafael Torres
01:00 • 30 abr. 2015

Dentro de eso que se ha dado en llamar actualidad, y que es tan descorazonadora, se agradece el detalle que han tenido, de una parte, el gobierno islandés, y, de otra, un médico ruso que está como un cencerro, o no tanto. El primero, derogando la ley que permitía hasta hoy, desde hace cuatro siglos, matar vascos, y el segundo, inventando un pintoresco sistema para vivir 150 años, nos permiten, siquiera por unos instantes, olvidarnos de Rajoy, de Rivera, de Monedero, de Rato y de toda la híspida patulea del cinexin de los noticiarios. También, un poco, cierta necesaria distracción de los horrores del mundo.


Lo de los vascos viene de 1615, cuando por un quítame allá esa pesca, los islandeses pasaron a cuchillo a treinta y tantos pescadores guipuzcoanos, bien que ateniéndose a la letra de una ley que se sacaron de la manga para la ocasión y que permanecía vigente. La ceremonia de derogación, con monolito y discursos vasco-islandeses incluidos, ha permitido reflexionar, con cierto humor amargo, sobre la profunda estupidez y crueldad del ser humano y de las leyes que a menudo arbitra para seguir siendo estúpido y cruel indefinidamente. Lo del médico ruso, un tal Alex Zhavoronkov, la fórmula para vivir 150 años, permitiría serlo durante todo ese tiempo.


El personaje es uno de los muchos que, aterrados por la circunstancia de tener que morirse, inventa cosas para aplazar ese tránsito lo más posible. Como es habitual, su fórmula se basa en dietas y en botica, pero introduce algunas originalidades dignas de mención: una, la de atiborrarse a vacunas, quizá con la idea de que si no la casca con alguna de ellas, estará en condiciones de aspirar a cierta inmortalidad, pero hay otra que, aunque loca a primera vista, rezuma cordura: no casarse ni mantener pareja estable, ni tener hijos, cosas que a él se le antojan letales fuentes de enfermedades y de estrés.




Soltero, entero y longevo. Tal es la creencia del doctor Zhavoronkov. ¿Absurdo? Más lo es que Rajoy pretenda convencer a la gente de lo bien que lo ha hecho, y ahí le tienen.






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