La negativa de los grupos políticos representados en el Parlamento a permitir que Susana Díaz sea investida como presidenta del Gobierno andaluz no tiene ninguna explicación razonable si se mira lo que sucedió en las elecciones del 22 de marzo. Ese día, con su voto, los andaluces dijeron dos cosas: que otorgaban su confianza mayoritaria al PSOE y que querían un Parlamento plural y con capacidad de llegar a acuerdos.
Existen tres razones de peso para facilitar la investidura de Susana Díaz como presidenta. La primera es que el PSOE fue el partido que ganó las elecciones andaluzas. La segunda es que no existe otra alternativa, puesto que el resto de grupos políticos no se han puesto de acuerdo para proponer a otro candidato. Y la tercera, y la más relevante, es el esfuerzo que está haciendo el PSOE por presentar un programa de gobierno que represente al conjunto de la sociedad andaluza y al que pueda adherirse una parte significativa de los distintos grupos de la Cámara.
En su discurso de investidura, Susana Díaz avanzó las líneas básicas de su programa de gobierno, que no se basa sino en las prioridades que tiene la sociedad andaluza: empleo, regeneración democrática, mejora de la administración, defensa de la educación y la sanidad y la protección del derecho a la vivienda.
Andalucía se está recuperando de la crisis, pero necesitamos crecer más y repartir mejor. Para ello, proponemos sacar adelante una Ley de Emprendimiento, aplicar una política de apoyo a los autónomos con una nueva fiscalidad, cambios en el tramo autonómico del IRPF y el impuesto de Sucesiones y medidas para que aflore la economía sumergida.
También queremos reformar la Administración Pública para hacerla más eficiente, con una reducción del 10% de los altos cargos y personal eventual, y hemos presentado un paquete de medidas anticorrupción que es el más potente que ha conocido España. Además, el programa socialista también incide en la protección de las personas, mediante el mantenimiento de unos servicios públicos de calidad, que son el colchón que necesita la gente que más dificultades está pasando en este momento.
A la hora de diseñar este programa de gobierno, Susana Díaz ha sido generosa, haciendo suyas propuestas que ha considerado que son positivas para la sociedad andaluza, porque el objetivo no es gobernar para unos pocos, sino para la mayoría.
Lo que toca ahora es ser responsables y hacer posible la investidura de Susana Díaz en la votación de la próxima semana. Los andaluces necesitan un gobierno y lo necesitan cuanto antes, no podemos esperar a después de las elecciones municipales.
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