Partidocracia

“Se habla mucho de  trasparencia, pero si seguimos callando los pecados de la partidocracia”

Kayros
01:00 • 12 may. 2015

 Según los técnicos, un tanto por ciento elevadísimo de españoles aún no sabe lo que votará el 24 de mayo. Y no se puede decir que a esta gente indecisa y desconocida no le interese la política. En otro tiempo tal vez se pudo hablar del crepúsculo de las ideologías, lugar común del que se aprovechó el franquismo para perpetuarse en el tiempo. A más de treinta años de democracia con un funcionamiento bastante aceptable, la partidocracia de hoy (y sigo copiando a los técnicos) se diría que está cercando al Estado. “Los partidos, dice Francesc de Carreras, se han repartido el botín que han encontrado y consideran a lo público patrimonio propio”. Aquí estaría la explicación de un fenómeno que parece paradójico pero que no lo es: a más desafección ciudadana por la política y por la desvergonzada corrupción que ésta lleva consigo, más crece la locura por ocupar sus puestos. Dicen que el director de campaña de Cameron mandó a sus huestes hablar solo de economía callando intencionadamente la corrupción. En la medida en que el PP está celebrando con tanta alegría el triunfo de los conservadores ingleses, se supone que Arriola hará lo mismo aquí en España. Entre quienes solo hablan de la recuperación y entre los se esfuerzan por destacar el pudridero en que vivimos, la callada abundancia de indecisos sería la línea roja, síntoma claro de la situación. Se habla mucho de regeneración y de trasparencia, pero si seguimos callando los pecados de la partidocracia, llegaremos a un paisaje en que los intereses de las mayorías quedarán en segundo plano, como apunta ya el caso andaluz, que no será el último. ¿ Quién creen que salen más beneficiados  sino los partidos que hacen gala de un sistema vertical internamente antidemocráticos? Allí solo habla el Rajoy . Y cuando se le exige una explicación por el bien del conjunto huye como el zorrillo al atardecer. Los asustados militantes, llamados sin duda para dar sensación de unidad, callan como muertos a la espera de que escampe. Todo se arreglará , sospechan, cuando pasen las elecciones y haya más puestos aún para repartir entre los aspirantes. No es del todo cierto de que con la caída del bipartidismo, junto a la abolición de las mayorías absolutas que Cameron acaba de desmentir, nos libremos para siempre de los horrores de la partidocracia.







Temas relacionados

para ti

en destaque