La otra UCD

Creo que ha sido el   “Mundo” quien ha destacado la  simetría  de Ciudadanos con  la Unión de Centro  Democrático. No hace    ni ocho días  que yo también me refería  al partido de Albert Rivera como una  ideología de centro derecha dentro del ecosistema  del PP  y por consiguiente  muy  cerca    de  Génova, 4.  El punto esencial que  les separa  es el permanente escándalo   de   la corrupción y por algo Ciudadanos  aparece tan intratable   en ese  sentido. Pero volvamos a la UCD. ¿ Quién no  recuerda  a Adolfo Suárez   recién peinado, con su traje impecable  y su voluntad  firme de traernos la democracia   sacando  adelante la transición? La UCD  nació para  tomar el poder  maltrecho por la debacle  del  franquismo y es lógico que fueran los hijos de todas aquella familias quienes se ocuparan a toda prisa de formar un gobierno . 

Coalición que se deshizo pronto ante los continuos  embates  de los nostálgicos del  régimen. Albert Rivera nos parece un eco del de Avila, quizá  algo más tímido y menos echado para  adelante, pero el mismo traje de corbata, la misma carita de bueno y, ensoñación sin duda de muchas amas de casa  que quisieran  un yerno de esta índole. Para entender  correctamente lo que queremos decir  basta comparar  las buenas maneras  del líder de Ciudadanos con el aire  rasta de la coleta  de Pablo Iglesias.  Bien.  No  todo es indumentaria  y  aspecto   externo. Hay mucho más.  No olvidemos las razones por las cuales Suárez tuvo que irse de la Moncloa. El mismo dijo que  prefería  abandonar  el Gobierno antes   que  ser un signo  de contradicción entre españoles.  

Y lo que ocurrió  después lo sabemos todos hasta llegar a la tentativa de Golpe de Estado   abriéndole  el camino  a la  izquierda  moderada. Hoy se critica mucho  el presunto radicalismo  de la izquierda . Hablan de soviets y de la muerte de la democracia. Son las  viejas acusaciones heredadas de la guerra  civil que tanto utilizan los vencedores. Podemos  nació por   el pudridero de la corrupción y por la necesidad de cambio. No desaprovechemos   esta  fuente de energía creadora y váyanse un poco al infierno los que  confunden  la estabilidad  con  la trampa   conservadora   de que todo  siga  igual.