La buena política, de la mano y el impulso de la ciudadanía, ha conseguido esta semana avanzar de manera significativa en la resolución de un problema histórico: el de las viviendas irregulares. A pesar de que la mayor parte de las noticias relativas a la situación en la que se encuentran miles de viviendas han surgido de los conflictos que se han generado en las comarcas del Almanzora o el Levante almeriense, la realidad es que esta situación no es ni mucho menos exclusiva de nuestra provincia. A mi modo de ver, solo cabían dos soluciones posibles a un conflicto en el que, salvo excepciones, los grandes perjudicados eran los compradores de buena fe que descubrieron que esas viviendas que habían adquirido estaban al margen de la legalidad urbanística. Una de esas soluciones consistía en permanecer indiferentes al problema, seguir permitiendo que se demolieran viviendas como consecuencia de una resolución judicial, o buscar una solución que, al menos, protegiera a las personas que habían actuado de buena fe y que se veían abocadas a perder su vivienda y la inversión que habían realizado. De ahí que tenga un extraordinario valor el trabajo que hemos venido realizando con los colectivos afectados, fundamentalmente con AUAN -Abusos Urbanísticos Almanzora-NO- , y las iniciativas que se han puesto en marcha a lo largo de estos meses tras escuchar sus inquietudes y compartir las posibles soluciones.
De esas conversaciones surgió la enmienda al Código Penal impulsada por el PSOE de Almería para evitar demoliciones de viviendas irregulares en los casos en los que sus propietarios -compradores de buena fe- no hayan sido indemnizados, y otra que se ha aprobado esta semana en el Congreso de los Diputados para modificar la Ley de la Jurisdicción Contencioso-administrativa. Lo que se ha conseguido tiene una especial trascendencia si tenemos en cuenta que el PSOE ha sido capaz de impulsar este cambio normativo desde la oposición. Cabe recordar que presentamos estas enmiendas en respuesta a las peticiones de AUAN y que logramos llegar a un acuerdo con el Grupo Parlamentario del PP en las Cortes para cerrar un texto conjunto. El valor de las iniciativas que se han aprobado es el resultado de una escucha activa del problema que plantearon los afectados. Se trata de un magnífico ejemplo para la sociedad de cómo los ciudadanos organizados, como es el caso de AUAN, tienen una gran fuerza para trasladarnos a los partidos políticos sus necesidades y, lógicamente, los partidos políticos, si somos útiles, tenemos la obligación de escucharlos y darle una solución a esos problemas.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/86445/la-buena-politica