El amante de los animales

“La intención de los menores era matar al pollino dándole una paliza durante el horario de recreo”

José Luis Masegosa
11:42 • 20 sept. 2015

Con  cierta satisfactoria sensación de que se ha hecho justicia muchos defensores de los animales han recibido la noticia de la imposición de un año de asistencia a un centro de día, decidida por el juzgado de instrucción número uno de Almería, para cada uno de los dos menores que en mayo de 2014 participaron en la brutal agresión que casi le cuesta la vida al pobre burrito Capitán, en el  barrio de Los Almendros. La intención de los menores, según el informe de la Fiscalía, era “matar” al pollino “dándole una paliza” durante el horario de recreo de su centro escolar. 


Pero no quedaron ahí tan bajos institutos de los jovenzuelos: para mayor ensañamiento le introdujeron un palo por sus entrañas que le causó graves heridas y lesiones. Lamentaba por aquellas fechas y en estas mismas páginas el hecho detestable y triste  que había llevado a Almería a la actualidad informativa del momento. No es que en esta provincia padezcamos una infamia animalicidia más intensa que en el resto del país, sino que la situación de los animales en toda España es cuando menos pavorosa, y prueba de ello es el nada honorable liderazgo europeo que ocupamos en cuanto al número de abandonos de animales, de ahí que cualquier iniciativa para frenar el maltrato animal sea bienvenida. 


Frente a un episodio tan abominable como el protagonizado por la agresión a Capitán, por suerte aún hay numerosos ciudadanos que a diario dan muestra de otro talante, de otra sensibilidad y de otra conciencia. Es el caso de David Ednam, un compositor inglés residente en el norte almeriense, que hace unos años movilizó al servicio de emergencias de Avignon para rescatar a su perro, Flynn, que había quedado asido de su collar a unas ramas colgantes sobre un profundo precipicio, junto a unas cabras escapadas de un circo ambulante. David no lo pensó dos veces. Los bomberos rescataron a su can y él adoptó a los dos ejemplares de rumiantes que hoy corretean por tierras velezanas. David es un buen amante de los animales.







Temas relacionados

para ti

en destaque