Palabras y gestos

Kayros
01:00 • 03 feb. 2016

Hace un año o menos nadie hubiera creído que La Comunidad Europea fuera incapaz de solucionar el problema de los refugiados. Todas las naciones miembros disponían de medios económicos y de suficiente respeto a los derechos humanos como para ofrecer cobijo a los huídos.. Hoy, en cambio, es un clamor lo que está pasado. Oleadas de mujeres y niños ahogados, pateras volcadas sobre el mar de Ulises, y trastornos sociales en Noruega, Suecia e Italia por conceder la entrada a los fugitivos. En Suecia es inconcebible que les requisen hasta lo poco que llevan en la mochila los fugitivos. 
Hay crisis no solo en el derecho de acogida sino también en las palabras. Y el laberinto sin salida que estamos atravesando también los españoles por lo hace a la investidura, es otro ejemplo notable. Un mismo vocablo no significa igual en los cuatro partidos en liza. Hay quien no cesa de repetir que lo único importante es el bien de España, pero no se baja del burro a la hora de los pactos. Peridis dibuja bien el endiablado laberinto. El PP como tal veta a los demás `partidos. En respuesta los restantes partidos vetan a Mariano Rajoy. Ciudadanos no traga un pacto donde aparezca Podemos. Y Podemos exige lo mismo con Albert Rivera. Total: que vamos de cabeza a otras elecciones después de pregonar mil veces que es ineludible pactar para resolver los problemas de la nación. Con los gestos no verbales ocurre otro tanto. Hubo un tiempo en que se puso de moda la semiología, gracias a los estudios de Umberto Eco- Se trataba de interpretar los signos. En política suelen haber demasiados enigmas. Por ejemplo, la coleta de Pablo Iglesias, el traje de niño bien de Rivera, la barba ya no tan sapiencial de Rajoy, o la camisa de Pedro Sánchez. 
En el PSOE le estánhaciendo pasar un calvario a su secretario general por aquello de no ganó las elecciones por mayoría absoluta. Pensemos dónde hubieran ido a parar los socialistas de no haberse presentado Pedro Sánchez. Ahora hasta puede ser Presidente del Gobierno. Qué modo de no decir la verdad. Y qué refinada hipocresía. Ayer hablaban en una televisión de la regeneración democrática. Apareció el ministro de Justicia y dijo que nadie más que el PP había hecho por la regeneracion. ¡Ni el mismo Umberto Eco hubiera dado en la tecla!







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